En camino.

662 55 18
                                    

Nueve meses después de llegar a Alemania y trabajar mucho lo conseguí, Theo y yo pudimos terminar el proyecto. Me encontraba en la junta definitiva donde los ejecutivos y accionistas estaban presentes para que el negocio se cerraría en unas semanas más, Theo estaba hablando mientras yo veía desde una ventana del décimo piso a toda la gente del suelo y un avión que volaba por ahí, me encontraba tranquilo y seguro de que ellos aceptarían.

- Básicamente es un programa hacker.

- ¿Y eso en que beneficia nuestras ganancias?

- Estamos hablando de algo grande señores, es un programa hacker que puede rastrear las cuentas del las Islas Caimán así todo el dinero que sea traficado puede encontrarse rápidamente, es un programa bien diseñado por mi hermano. Si puede rastrear una simple cuenta de banco y desfalcarla imagínense una cuenta grande con millones de dólares que le pertenece a los ciudadanos.

- Vaya ¿y todo puede ser de modo discreto?

- Obviamente -tome la palabra- además de que puede sacar el dinero, transferirlo a una cuenta limpia y luego recuperarlo puede rastrear también la dirección y teléfono de los que manejan la cuenta. Es algo muy básico pero puede hacer todo eso.

- ¿Es algo muy básico dice? Imagina todo el dinero que podremos recuperar...

- Muy bien, -dijo Theo- ¿estamos listos para negociar?

Después de la reunión que fue todo un éxito, me dirigí a mi oficina para arreglar los boletos de avión, estaba en medio de eso cuando tocaron mi puerta.

- Adelante, ¿entonces para que día tiene disponible?

- Hermano ¿podemos ir a almorzar?

- Entonces en cuatro semanas, permíteme Theo, no es que es mejor en dos.

- Muy bien.

- No si pudiera encontrarme un vuelo en dos semanas sería perfecto... Tres como máximo... Tiene que haber algo, no puedo esperar un mes, es demasiado... Muy bien manténgame al tanto por favor, gracias hasta luego. ¿Ya es hora del almuerzo?

- Así es, vamos juntos.

- ¿Que me vas a invitar?

- Que tal una pizza.

- Tú si sabes.

Abandonamos la oficina y llegamos a una pizzería que estaba a tres cuadras de nuestro lugar de trabajo, pedimos una y nos sentamos.

- El negocio fue todo un éxito, gracias por quedarte hermano.

- Te dije que te apoyaría.

- A pesar de la prisa que tenias por regresar a Japón.

- Terminamos y eso es lo importante.

- Y obtuviste tus vacaciones.

- ¿Quieres decirme las cosas directamente?

- Bueno si tienes tanta prisa en regresar allá es porque dejaste a "ese"alguien importante para ti ¿no? Pero si tu fueras importante para él, ¿porque no se viene a vivir a Alemania?

- No se lo eh propuesto, pero espero hacerlo cuándo regrese.

- ¿Y si no acepta, que harás? ¿Te quedaras en Japón?

- Lo mas seguro es que regrese nuevamente aquí a seguir con mi vida.

Había pasado una semana después de que Theo abordará esas preguntas extrañas, creo que tiene miedo a que no me vea nuevamente como paso hace un año, le asegure que eso no sucedería.
Estaba en la oficina arreglando los ultimos detalles cuando recibí una llamada.

- Señor, le comunicó que pudimos encontrar un vuelo para usted a Japón. Será en tres días ¿está bien esa fecha o seguimos con la de cuatro semanas?

- Perfecto. ¿A qué hora sale?

- Esta programado para las 3:00 p.m.

- Muy bien, puede reservarlo.

- Necesito todos sus datos.

- Claro...

Esa llamada la estaba esperando con ansías, hable con Theo para informarle que me iba nuevamente a Japón. El día de mi vuelo me acompaño al aeropuerto y le prometí regresar exactamente en un mes. Por lo general los vuelos tan largos son cansados y aun que terminamos el proyecto en buen tiempo no pude descansar tanto como yo quería por ocuparme de los últimos trabajos en la oficina, llegue a Japón al rededor de las 11:00 p.m, realmente estaba bastante cansado y no lo pensé dos veces, emprendí camino ya que había rentado un coche y me estaban esperando afuera del aeropuerto así que me dirigí a mi destino. Llegando al bar Black Needle, estacione el coche y me baje lo mas rapido posible.

- Disculpa ¿esta Clear?

- Lo siento es su día de descanso.

- Gracias.

Parece que todo se puso de acuerdo para que me tardara mas en verlo. Llegue a su casa y estaba todo a oscuras, estaba en el portón no sabia si tocar o mejor ir a un hotel... ¿Estaba dormido? ¿O había salido?... Toque tres veces la puerta.

- N-Noiz-san...

Dijo en un susurro casi inaudible, se acercó de poco a mi y me abrazo comenzando a llorar.

NocturneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora