3 (corregido)

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Bueno. La verdad era que no le gustaba volar en absoluto. Sentarse en una suave y cómoda business class hizo las cosas mucho más fáciles, pero el loco miedo de estar en el aire seguía oprimiendo su estómago. Había pasado todo el despegue con los ojos cerrados y las uñas perforando los apoyabrazos del asiento; luego se concentró en la interesante lectura del manual de emergencia en caso de accidentes... ¡una forma realmente buena de no pensar en ello!  Sólo cuando le empezó a palpitar la frente, cerró el folleto de papel y le pidió a la azafata una pastilla para el dolor de cabeza. La vio irse a la sala de control, tambaleándose cuando el avión dio una sacudida. ¿Por qué se mueve? ¿Que está pasando? El inicio de un ataque de pánico estaba a la vuelta de la esquina, y la joven Vettel podía sentirlo mientras seguía tragando nerviosamente. ¡Quizás contar con los ojos cerrados hasta trescientos habría ayudado a calmarse! Uno, dos, tres... Otra sacudida interrumpió ese vano intento de calmarse. Y todo sucedió en poco tiempo: gritos de pasajeros esparcidos en el aire, alguien golpeándose la cabeza contra el techo y perdiendo sangre, la gravedad que parecía haber invertido su dirección llevó el cuerpo humano hacia arriba, casi había sido proyectado al espacio. Los vasos se volcaron y parte del martini que pertenecia al desconocido junto a la chica ahora era parte del suelo alfombrado. Y mientras imágenes horribles de catástrofes se proyectaban en la mente de la morena, todo se congeló y pareció volver a la normalidad; una voz metálica interrumpió los gritos: 

<<Estimados pasajeros, es el capitán quien les habla. Estamos pasando por una zona turbulenta, por lo que el avión podría ser inestable. Los invito a volver a sus asientos y abrocharse los cinturones de seguridad.>> Aurora comenzó a respirar más rápido, jadeando en busca de oxígeno desde cualquier lugar que pudiera y mirando a su alrededor con aire de pánico, observando con asombro cómo los pasajeros habían seguido las instrucciones. Los dos  que esaban detrás de ella estaban rezando. La pequeña Vettel volvió a entrar en pánico, influenciada por las lágrimas derramadas de la pareja y por la sangre que aún salía en abundancia de ese pasajero que se había golpeado la cabeza contra el techo. ¡Iban a morir! 


<<¡Vamos a morir!>> Comenzó a repetirse para sí misma, casi como si repetirlo pudiera hacerlo mas indoloro. Y fue en ese punto en el que se sintió observada: el joven junto a ella la miraba con aire casi tranquilo, incompatible con el desastre que estaba ocurriendo en ese momento. Finalmente se había quitado las gafas de sol y Aurora pudo observar sus ojos del mismo color que el hielo

<<No lo creo, Cherie. Simplemente dijeron que era una pequeña turbulencia.>> Respondió en un tono tan tranquilo que cualquiera le hubiera creído, si tan solo no hubiera observado cómo él también se agarraba con fuerza a los reposabrazos de la silla. Y luego... Cherie? ¿Pudo haber sido francés? Aurora se encontró suspirando en voz alta, encogiéndose de hombros y poniendo una mueca en su rostro que rozaba la histeria.

<<¡Oh, bueno, seguro que no vienen y dicen cosas como "gente, vamos a morir"!>> El avión se sacudió de nuevo y, en un instante, la mano de la joven Vettel apretó la del extraño que estaba a su lado. El pelinegro lo notó, agachando la cabeza y observando por un rato los blancos nudillos de la chica.

<<No saldremos vivos, lo sé. Se acabó. ¡Solo tengo veintiuno, soy demasiado joven para morir! No he hecho nada importante en mi vida. Sin hijos, sin amor a primera vista, sin casa propia, ¡nada!>> Aurora comenzó a entrar en pánico, volviéndose habladora como rara vez era; era asombroso cómo, cada vez que se sentía incómoda o comenzaba a temer, su boca tenía la fuerza para permanecer abierta, para decir cosas inútiles. Y eso fue solo el principio.

<<Nunca me he hecho un tatuaje, aunque lo quiero tanto, pero tengo miedo de la reacción de mis padres.>> Casi parecía que ya no necesitaba oxígeno para hablar.<<¡Mi madre me echaría de casa, seguro!>> Una leve risa se movió en los labios del joven, quien permaneció inmóvil con los ojos fijos en la extraña que estaba sentada a su lado.

<<... Nunca he escalado una montaña, ni siquiera sé si lo tengo, un punto G... ¿o era F?>>

<<Que demonios...? >>El chico finalmente logró decir algo, mirando a Aurora evidentemente molesto -por que ella hablara o por la cuestión del punto G.- La morena, sin embargo, ni siquiera pareció darse cuenta, y continuó en su monólogo.

<<... Soy una estudiante de cercanías que viaja millas en tren todos los días. ¡Finalmente tuve una oportunidad de oro y me arriesgo a morir en este maldito avión! ¿Sabes que? ¿Qué podía pasarme en coche, diablos?>> Se echó el pelo hacia atrás, tratando de calmarse... o al menos, recuperar esa pequeña dignidad que acababa de tirar por la ventana haciendo una escena y luciendo completamente fuera de su mente. Probablemente, si el avión no hubiera vuelto a balancearse, también lo habría logrado.

<<... Soy virgen, pero nunca se lo he dicho a nadie porque sería una perdedora...>> Podía oír las palabras salir de su boca sin control, antes de poder reprimirlas.

<<... Pago la cuota del gimnasio y luego nunca voy. Quizás por eso tengo un poco de celulitis...>> No parecía capaz de dejar de hablar, era más fuerte que ella.

<<... Me volveré obesa a los treinta y ¿quién me querrá después?...>>

<<... la insufrible de Maggie. Cada vez que me echa en cara a su nuevo novio súper inteligente. Sin mencionar los horribles regalos que me da y que tengo que fingir que me gustan ...>> Realmente necesitaba desahogarse, pero nunca se imaginó hacerlo contándole sus secretos a un extraño antes de que muriera aplastada en el suelo o en el fondo del océano.

<<... uso tanga porque no se ve debajo de mi ropa, pero es tan incómodo...>>

<<... bueno, ¿a quién no le gusta la pizza?>> Solo los veganos... ¿cómo diablos se resistieron al queso, la carne a la brasa, todas esas cosas ricas que te hacen levantarte como un pez globo?<<..."dynasti" es una de esas canciones que me hacen llorar como un niño...>> Una de muchas.

<<... Desearía tener senos más grandes. En resumen, no un alféizar que te haga jorobar. Solo para saber cómo se siente...>> En la escuela siempre había sido la "minusválida" de la clase, la tabla de surf que alguien fácilmente habría confundido con un niño, si tan solo tuviera una bolsa en la cabeza y el cabello recogido.

<<... Descubrí que al recostarte de lado, ¡tus senos se ven más grandes!>> Había pasado tardes enteras rebuscando en sitios web en busca de soluciones "caseras" para simular tener un tercero.

<<...jinete sobre un caballo blanco. Sé que no es realista, pero hay una parte de mí que sueña con una historia de amor romántica y abrumadora...>>

<<Disculpe, señorita...>> Una voz femenina interrumpió el fluir de las palabras de Aurora, quien se detuvo por un momento, antes de volverse hacia la azafata.

<<¿Si?>> Preguntó, observando a la mujer y notando con disgusto como su cabello seguía en perfecto orden, a pesar de todo lo que estaba pasando.

<<Estamos aterrizando>>






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mery <3



Polaroid - Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora