Ciertamente no era su primera pelea: a estas alturas estaban acostumbrados a apestar y hablar con tanta frecuencia que alguien podría incluso confundirlos con dos novios. Después de todo: el amor no es hermoso si no es una pelea. Y si Grace a estas alturas seguía repitiéndose a sí misma que tenía que acostumbrarse a no contar más con Lewis, el conductor inglés se vio obligado a tener que lidiar con su ego desproporcionado, herido por la simple idea de que, quizás, estaba en el joven. Arrivabene le importaba más de lo que quería admitir. También era por esta razón que, ahora, estaba parado frente a la caja de esa maldita tienda, conversando con la vendedora rubia que lo había estado mirando durante bastante tiempo. "Conversando" entonces: simplemente estaba quieto, apoyado contra el mostrador de madera, asintiendo con la cabeza a cada palabra, sin prestar atención a lo que estaba balbuceando.
<<Creo que encontré el vestido adecua->> la voz de Grace interrumpió a la dependienta, quien se volvió a mirarla: la morena parecía casi consternada y exhausta, evidentemente no debia estar acostumbrada a pasar tanto tiempo probándose ropa. Sin mencionar el hecho de que casi se dislocó el hombro para subir y bajar las malditas cremalleras. Solo por ese idiota. Con todo, sin embargo, al final estaba convencida de que había encontrado el vestido adecuado para la boda y había salido del camerino llevándolo en las manos, lista para llegar al cajero y pagar la cuenta. No iba a tener a su novio en la ceremonia, pero al menos podía contar con un atuendo más que decente. La sorpresa en sus ojos fue enorme cuando vió a Lewis Hamilton todavía dentro de esa tienda. Ella estaba convencida de que él se había ido de allí, aliviada de no tener que soportarlo más...y en cambio él se quedó. <<Pensé que te habías ido.>> Suspiró, antes de sacudir levemente la cabeza y detenerse junto al piloto, y por lo tanto frente a la vendedora, sin siquiera mirarlo a medias. Intentaba ser superior, asumiendo una actitud altiva que poco le convenía y que fácilmente podía ser detestada por cualquiera, y mucho mas por alguien como el inglés, que ciertamente no contaba con la paciencia entre sus virtudes.
<<No me voy sin pagar.>> Sólo entonces Grace lo miró, con una expresión que dejaba claro lo confusa que era su respuesta. No le iba a pagar. Ni hablar-lo.
<<Pero no tienes que pagar. Si no vienes a la boda, no veo por qué deberías preocuparte por mi vestido.>> Después de su discusión, había asumido que Lewis ya no la acompañaría como +1, y la idea de que a pesar de esto él insistiera en pagar la incomodaba mucho. Ella lo escuchó resoplar y se apresuró a sacar su billetera de su bolso de hombro tan pronto como vio aparecer el precio del vestido en la pantalla del cajero frente a ella. Levantó la mano ligeramente, pero Lewis fue más rápido que ella.
<<Aquí tienes.>> El actual campeón de Fórmula 1 le entregó al empleado su tarjeta de crédito, con una sonrisa, y no pareció importarle en absoluto lo que la hija de Arrivabene le había dicho antes. ¡Qué carajo, era como hablar con la pared!
<<Gracias y buen día.>> La voz meliflua de la vendedora rubia, que dirigió al moreno una elocuente sonrisa, hizo que la hija de Arrivabene se sintiera enferma. Ewh.
<<¡A ti!>> G había observado la escena en silencio, antes de agarrar la bolsa con el vestido adentro y salir corriendo de la tienda, furiosa y herida de orgullo.
<<¡Grace! ¡Grace!>> Podía oír la voz de Hamilton detrás de ella, pero no hizo ningún intento por detener o ralentizar su paso. Ella estaba enojada con él, molesta por su comportamiento; era casi como si todo se lo debiera a él, se equivocaba y ahora - pagando por el vestido - hasta podía pedirle algo a cambio... <<¡Espera un momento!>> Logró alcanzarla, le puso una mano en el hombro y logró que se volviera hacia él. Se quedaron un momento en silencio, ambos en búsqueda silenciosa del aliento que, por una razón u otra, parecía faltar.
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Polaroid - Charles Leclerc
FanficAurora Vettel no es una chica de 21 años como muchas otras. Estudió para ser fisioterapeuta y durante esos años no volvió a ver a su hermano , salvo las pocas ocasiones en que el gran premio de Formula 1 se detuvo en Alemania. Cuando se le ofrece...