22

4.2K 314 66
                                    

Volver a casa luego de un viaje era una de mis partes favoritas, poder regresar a mi hogar me reconfortaba porque siempre extrañaba mi lugar, mis pertenencias, mi familia.

Había hablado, al día siguiente del que intenté comunicarme, con Arthur. Todo estaba en orden. Así que los últimos dos días de estadía la pasamos disfrutando de Londres, intentando levantarle el ánimo a Thomas, y despedirnos de Saoirse, con quien habíamos conectado de una manera simple pero verdadera.

Al llegar pude ver mi casa a través de los árboles, la imagen me llenaba de nostalgia, si la veía por mucho tiempo pensaba que en cualquier instante mi madre saldría por la puerta sonriéndome. La extrañaba demasiado, siempre volvía a mi cabeza, incluso cuando no quería. Su ausencia seguía resonando en cada rincón de la construcción, y quizás era por eso que tampoco quería irme, porque significaría dejar atrás a mi único lazo físico con ella. La casa.

Lo primero que hice al entrar fue inhalar el olor a la madera, fue reconfortante sentirlo. Habían transcurrido sólo unos días pero se sintió como una eternidad y me tranquilizaba estar de vuelta. Estar pendiente de mis hermanos era algo que siempre me preocupaba. Timothée estaba a mi lado cuando le dije que subiría a dejar mi maleta, nos habían recibido de manera bastante alegre. Estaban absolutamente todos a excepción de mi tío, quien no sé dónde se encontraba.

Caminé lentamente hasta mi habitación con mis pertenencias, con pesadez porque así me sentía, pesada. Todo seguía igual que siempre tal y como si nunca nos hubiésemos ido. Mi cama estaba ordenada, mi escritorio también. Mi ropa colgada y doblada en su lugar, la ventana cerrada, las luces apagadas. Solté un suspiro acostándome en el colchón. Los últimos días parecieron un sueño, uno demasiado hermoso donde me sentí maravillosamente bien. Eso me asustaba un poco, la caída siempre era mayor si te encontrabas en la altura, y yo en ese momento estaba flotando.

Llegamos a la mañana y me pasé casi toda la tarde dormitando, en un estado que no estaba tan cansada para dormir pero tampoco para estar despierta. Harry apareció en mi cuarto llamándome a cenar, lo seguí y llegamos hasta el comedor. Allí si estaba Charles.

Por primera vez me sentí incluida en la charla, no demasiado, pero si me preguntaron qué tal nos había ido, cómo se encontraba Thomas viviendo sólo, preguntas bastante triviales pero preguntas al fin y al cabo.

— ¿Podemos hablar? —Arthur se interpuso entre Timothée y yo, una vez que finalizamos de cenar. Le dije que sí, y nos retiramos a mi cuarto.

— ¿Qué sucede? —hablé una vez dentro del cuarto.

—Es importante, la policía está investigando nuevamente al rededor de la casa—vi como se movía, algo lo tenía intranquilo.

— ¿No es lo que esperamos que haga desde un principio? —sinceramente no entendía bien a donde quería ir con su planteo. Me encontraba un poco cansada todavía lo que me producía perder la poca lucidez que tenía.

—Si, pero sabes que no lo ha hecho. Charles les ha llamado para que averigüen de una vez por todas lo que sucedió—me explicó. Asentí ante lo que relataba.

— ¿Y eso por qué? —le pregunté intentando no perder el hilo de la historia. A mi tío no le había interesado en ningún momento el tema a profundidad. Sólo cumplió con lo esperado y debido en su debido tiempo, sin embargo nada pasó a mayores. Era extraño.

—No lo sé, justamente eso es lo que pensaba. ¿Tiene lógica verdad? Debe haber pasado algo para que lo pida—comenzó a mirar en toda mi habitación, buscando una pista. Estaba mucho más paranoico que antes.

—Sí, tiene lógica, pero Arthur no pierdas la cabeza.

— ¿Cómo no hacerlo? ¿Te has olvidado de todo lo que sucedió aquí mientras estabas en Londres? —soltó enojado. Suspiré ante su acusación, era absurda.

𝐄𝐋 𝐇𝐔𝐄𝐒𝐏𝐄𝐃 || timothée chalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora