¿Por qué?

16. Esto es un secuestro.

-Caariiii-Me susurró en el oído. ¡No pienso levantarme, pero como siga así le voy a pegar un puñetazo con los ojos cerrados!-Son las doce.-Empezó a darme besos en la cara, por lo que yo empecé a apretar mi puño derecho.-Despierta preciosa-Me susurró a unos milímetros de mis labios, al saber lo que este me iba a hacer pegué un puñetazo al aire que terminó en una esponjosa almohada.-¿Eso iba para mí?-Soltó unas carcajadas.

-¡¡VETE A CAGAR!!-Le grité malhumorada y me tapé hasta la cabeza con la sábana.

Este soltó unas carcajadas y me destapó nuevamente.

¿Por qué a mí?

Empezó a darme nuevamente pequeños besos en toda mi cara, por lo que yo decidí no hacer nada a ver si me dejaba tranquila de una puñetera vez.

Cuando note que iba a llegar a mis labios y que no tenía intención de parar como la otra vez, me levante corriendo y lo eche de mi habitación con toda mi energía.

Me quería acostar nuevamente, pero nada más darme media vuelta este abrió la puerta y me cogió de la cintura.

Iba a gritarle los cuatro vientos, pero juntó nuestros labios y los movió suavemente, impidiendo que saliera ni una simple palabra de mi boca; quería apartarme, pero este puso su mano derecha en mi cabeza y me empujaba a sus labios, así que me deje llevar y el beso se profundizó.

-Buenos días, nena-Me susurró con nuestras frentes pegadas.

-¿Qué..Qué ha sido eso?-Balbuceé.

Este soltó unas carcajadas, y mientras me acariciaba el rostro me dijo:-¿Lo de nena?

-No te hagas el tonto-Le dije con un hilo de voz.-El...be-beso...ese-Balbuceé nuevamente.

-Mis buenos días, aunque veo que también son los tuyos-Me guiñó un ojo.

Rodeé los ojos y aún con un hilo de voz le exigí:-¡Fuera de aquí que me tengo que cambiar!

-Si lo recuerdas ya te vi completamente desnuda-Se lamió el labio lentamente. ¡Este es gilipollas! Lo miré de arriba a abajo enfurecida y le pegué un puñetazo en la cara con todas mis fuerzas.-¡Auuu!

-¡¡VETE YA!!-Le grité furiosa mientras le empujaba hacía la puerta y lo tiré fuera.

Cerré la puerta y este divertido me dijo desde fuera:-¡Te espero bajo!

Empecé a pegarle puñetazos a mi cama, pero finalmente terminé sobre ella rendida con una gran sonrisa en mi rostro.

¿Qué coño me pasa?

Quería desconectar, así que me pegué una ducha rápida donde aproximadamente tardé media hora.

Una vez fuera me enrollé mi cuerpo con mi azulada toalla y asome la cabeza por la puerta para asegurarme de que este no estuviera.

¡Aquí no está!

¡Voy progresando!

Me puse rápidamente unas mallas negras, una sudadera de Adidas y mis vans, y bajé rápidamente hacía el comedor en busca del pesado de Logan, pero allí no había rastro de nadie.

-¿Logan?-Lo llamé buscándolo por todos los lados.-¿Logan?

¡GIlipollas!

Seguro que tendría que satisfacer a alguna amiguilla suya.

Cogí mi mochila y me la puse en la espalda mientras tensaba la mandíbula, a continuación cogí mis llaves y salí por la puerta delantera cerrándola de un portazo.