#Sam#
-¡¡Tonta del botee!!-Me gritó en el oído mientras se reía.
¡MECAGOENLAMADREQUELOPARIÓ!
Abrí los ojos, y con cara de pocos amigos, me levanté y me encerré en el aseo, donde empecé a tirarme agua a la cara como una posesa.
¡Espabila!
Tenía la cara de una muerta viviente, con el pelo todo enredado y un mal aliento que no me lo quitaba nadie.
¡Así soy yo!
Vi pasta de dientes de menta, por lo que me puse un poco en el dedo y como pude me los lavé.
¡Una cosa menos!
Busqué por los cajones un peine, y nada más encontrarlo, empecé a cepillarmelo. Con cada estirón me cagaba en todo, por lo que al final opté por dejármelo así.
¡Excelentísima decisión!
Con mi cara no podía hacer nada, por lo que di como finalizada mi sesión y salí de la habitación encontrándome mi mochila y encima una nota que decía:
Osita, aquí tienes tu ropa y tal. Cuando termines baja, que yo estaré desayunando.
Logan
Sentí vergüenza desde el minuto 0, por lo que me podría haber metido, pero aun así, abrí la cremallera, y la voltee encima de la cama, provocando que me quedará de piedra, ya que ante mí estaba el conjunto "provocativo" que me regalaron estas dos pajaras por mi cumpleaños.
¡Qué vergüenza por Diosssss!
En mi cabeza se produjo un debate, entre ponerme el tanga y el sujetador de encaje o ser una guarra y dejarme lo que ya llevaba.
Finalmente tras medía hora, ya estaba completamente arreglada y solo me faltaban los zapatos, por lo que me los cogí y me los puse sin demorarme.
Me agaché para atarmelos, y cuando estaba haciendo el último nudo, vi algo raro debajo de la cama que me llamó la atención, por lo que me agaché y me quedé con la boca abierta.
2 tangas... 1 no, 2.
¡Guarro!
¡Imbécil!
¡Degenerado!
Estaba matándolo y deseando que se contagiaran los hongos, cuando la voz de éste imbécil me distrajo.
-Si. Si. Vale, si. Bueno amor, en eso quedamos. Besos-Dijo a través de su caro y pijo móvil.
¡Qué se pudra en el infierno!
No pensaba calentarme la cabeza, ni que mis venas se calcinaran debido a mi ardiente sangre, por lo que con 3 pares de huevos, cogí mis cosas y bajé las escaleras, encontrándome a una sonriente Maggy ojeando un folleto.
¡Lo que me faltaba ahora!
-Buenos días, querida, ¿Has dormido bien?- Me preguntó amablemente.
¿Qué me estoy perdiendo?
Iba a contestarle, pero no sabía exactamente que decir para que no le sentara mal, por lo que el tiempo pasaba y yo seguía meditando, plantada de pie a la entrada de la cocina, hasta que esta sin eliminar su dulce sonrisa, me ordenó que me sentara, y tras preguntarme si me apetecía unos crepes, los cuales no tardé ni un segundo en decirle que si, empezó sonriente a cocinarlos.
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¿Por qué?
RomanceSamanta es una adolescente, que tiene una vida muy dura, debido a que está enfadada con su familia y no los ve desde hace diez años, ella junto a sus dos hermanos (Marcos y Helena) no entienden porque sus padres le prohíben ir a ver a sus tíos, y po...