18. Tu debilidad son mis abrazos. (2/2)

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Lo vi a lo lejos, rodeado de los hermanos Rutriguez, juntó a otros dos chavales de los cuales no podía distinguir ni quien eran, ni como eran.

Vi a uno de estos dos últimos pegándole un puñetazo a mi hermano, provocando que se cayera al suelo, por lo que sin pensármelo dos veces, me baje de aquellos tacones, tirándolos lejos, y empecé a correr enfurecida hacía ellos mientras observaba como estos lo rodeaban. ¿Qué coño ha pasado?

Veía como aún me quedaban casi dos metros para llegar, y como iban a empezar a pegarle patadas, así que con una mirada amenazante sin dejar de correr les grité:-Apartaos de él.

Los cuatro se dieron media vuelta confundidos y me miraron divertidos. ¿Acaso se creen que una mujer no puede derrotarlos?

¡Me están tocando los mismísimos!

Un chaval rubio de ojos azules me miró de arriba a abajo y empezó a soltar carcajadas mientras miraba a sus amigos, los cuales se le unieron.

¿Este es tonto?

¡Sam tranquilízate! ¡Sam tranquilízate o pégale a la imitación barata y agilipollada del Ken de la Barbie unas cuantas patadas!--Me aconsejaba mi fiel Samita, la cual controla mi cerebro--.

No sabía que hacer, pero por una vez mi querida Samita se estaba comportando, y me dio unas cuantas ideas interesantes:

(a) Tranquilízate y vete a por el nenaza de Logan para que mueva el culo y te ayude a liberar a tu agilipollado hermano de esos creídos de mierda.

(b) Pegarle una patada al rubio en su instrumento, ya que parece que sea el jefe y los otros tres sus marionetas.

(c) Juntar las ideas (a) y (b)

No sabía que hacer, pero finalmente opte por la tercera opción, ya que las dos eran muy buenas.

Iba a ir en busca de este, pero el Ken aún soltando carcajadas dijo mirándome de arriba a abajo nuevamente: -Mirar a quien tenemos aquí, si es ni más ni menos que la putita de Samanta Roll.

¡¡¡¡PUTITA SU PUTA MADRE!!!

¿Cómo puede atreverse a decirme eso como sin más delante de mi puta cara? ¡Esto no va a acabar así!

-Vuelve a decirlo que vas a terminar unihuevo.-Lo amenacé mientras me acercaba lentamente a él con una mirada también amenazante.

Estábamos a unos milímetros de distancia entre ambos cuerpos provocando que este empezara a reírse más fuerte. ¿Ahora se ríe de mí, en mi puta cara?

-¿Ah si?-Me preguntó sin parar, por lo que yo asentí mientras me salía humo por las orejas. Este miró a sus amigos y les dijo sin parar de reírse:-¡Qué cachonda la puta!-Se volvió a dar otra vez la vuelta quedando nuevamente cara contra cara, y con una cara a la que tenía muchísimas ganas se pegar un puñetazo, me preguntó:-¿Que piensas hacer exactamente?

-Esto- Me preparé para pegarle la patada, pero alguien a mi espalda me agarró fuertemente de la cintura impidiéndomelo.

Pero, ¿qué coño?

Iba a darme media vuelta para decirle a esa persona de todo menos bonico, pero la cara de asombro del Ken valía millones para desperdiciarla.

-¿Éstas con esta puta?-Le preguntó a la persona que estaba a mi espalda aún sujetándome.

¡Uf como me está buscando!

-Mark, ¡cállate!

¡Logan!

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