Gotas de agua

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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Bulma estaba en su cama mientras que observaba las estrellas que impregnaban el firmamento, ni Goku ni Bra habían regresado después de casi medio día fuera de casa.

"Soy una estúpida"- pensó la chica mientras recordaba su discusión con Tights, lo había estropeado todo al decir aquellas palabras.

Bulma sabía que Tights tenía razón en el fondo, tener relaciones íntimas con Goku fortalecería su relación pero ella creía que aún era muy pronto.

Diez años de amistad y seis meses de noviazgo era el recuento total, ahora entendía el enojo de Tights al decir que ambos se estaban tardando.

Claro, Bulma perdió su virginidad con Goku y eso le alegraba en cierta parte, pues no habría deseado perderla con otra persona más, pero la perdió de una manera para nada ortodoxa.

Si fuera por ella reuniría las esferas del dragón e invocaría a Shen-long para así poder restaurar su virginidad, pero aquello implicaría borrar todo trazo del nacimiento de Bra y no quería eso.

No quería tener relaciones con Goku porque, por un lado el pelinegro todavía desconocía el sentido de aquello, pues estaba descubriendo lentamente las cosas. Y por otro lado, porque tenía miedo...

Miedo de estropear su relación con Goku al precipitar las cosas de esa manera, pero el punto de vista de su hermana diciendo que el tiempo que ambos llevaban juntos lo justificaría, le hacía pensar que realmente estaba equivocada.

"No sé que hacer..."- se dijo Bulma mientras suspiraba y se llevaba las manos a la cabeza.

Bulma miró la hora en su móvil y vio que marcaban las diez de la noche, en verdad le gustaría saber donde se había metido el resto de su familia, formada por su novio Goku y su hija.

"¡Ya estamos en casa!"

En cuanto Bulma oyó la voz del pelinegro proviniendo del piso inferior bajó las escaleras en cuestión de microsegundos y se puso frente a él con una cara de pocos amigos. Goku tragó saliva.

-¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTABAS?! -gritó Bulma y no era para menos, llevaba medio día sin ver a su hija y como toda madre era normal que se preocupase por si algo les habría ocurrido.

Bulma afinó sus ojos al ver a Goku con una gorra que ponía "amusement park" mientras en su mano derecha tenía un enorme algodón de azúcar.

Bulma alzó la cabeza para ver a su hija Bra en su carrito con una camisa roja que tenía inscritas la mismas letras que la gorra de su novio Goku.

-Pues verás... -habló Goku no sabiendo qué decir mientras se rascaba la nuca, retrocedió sabiamente al ver una vena formándose en la sien de Bulma, ya sabía lo que iba a pasar.

-No me digas que se fueron al parque de diversiones... ¡¡¡SIN MÍ!! -gritó Bulma realmente enojada y Bra soltó una carcajada ante aquello.

"¡Me has traicionado Bra maldiciooon!"- gritó Goku en su mente al ver que Bra de reía ante la escena, su hija había sido cómplice del acto.

La mente de Goku se iluminó al recordar el lugar adonde fueron su hija y él después del parque de atracciones. Claro, eso haría sonreír a Bulma.

-¡Espera Bulma te compré algo! -exclamó Goku juntando sus manos en señal de súplica cuando Bulma estuvo a punto de pegarle con su chancla.

-¡Un simple algodón de azúcar no te va a salvar Son Goku! -exclamó a su vez Bulma mientras se cruzaba de brazos esperando aquel regalo.

Goku rebuscó en los bolsillos de su pantalón y tras unos segundos de desesperación halló por fin aquella pequeña caja que estaba buscando.

Padre por sorpresa ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora