La Vida de Lucy #Wattys2016

Camino

Tres

Desde que tengo el arco me siento más segura. Sofia y yo dormimos en la sala de estar. No nos atrevemos a ir a nuestros cuartos. Hemos comido mejor desde que fui a la casa de mi vecino, por cierto se llama Gerardo.

He recorrido los alrededores y me he dado cuenta que lo mejor es largarnos de aquí.

Por ahora tenemos comida, pero sé que pronto se acabará. Así que lo mejor que podríamos hacer es irnos de aquí. Sé que salir de aquí es igual a más riesgos para Sofi y para mí. Pero debo arriesgarme.

  - ¿Verdad que Mami no va a regresar?-dijo ella.

  - No lo sé, cariño. Por ahora estás conmigo.

   - La extraño.

    - Yo igual-admiti- Mañana nos iremos de aquí.

     - Pero...

     - Pero nada, nena. Nos vamos, ya lo habíamos hablado.

Ella asintió. Ya teníamos nuestras mochilas hechas. No metimos mucha ropa pero si mantas y medias. Además metí un corta uñas. Iba a ser necesario.

Tenía nervios, Sofi igual. Para tranquilizarme revise las mochilas una y otra vez.

Cuando lo note, Sofia estaba dormida. Me dije a mí misma que debía dormir. Mañana había mucho que caminar.

Me quedé dormida entre mis pensamientos.

                       *********

Cuando desperté Sofia estaba parada junto a mí.

        -¿Vamos?-dijo.

Asentí y la tome de la mano. Guarde la cobija donde dormíamos, me puse mi mochila y tome mi arco. Coloque las flechas en mi espalda y una en el arco. Apunté y supe que ya no existía nada que me impidiera vivir. Al menos sin luchar. Le di un  cuchillo a Sofia, pero le dije que solo lo usará en caso necesario.

Sinceramente no tenía idea a donde ir. Entonces vi la montaña.

    - Allí tenemos que ir, ese es el camino.

Al menos por ahora, pensé. Sofi me sonrió. Ir a la montaña era mejor ya que los muertos eran pésimos escalando. Y había menos gente, es decir, menos infectados. La montaña sonaba bien.

Comenzamos a caminar. Cada vez que salían los podridos Sofia se ponía detrás mio y yo los mataba de un flechazo. No nos topamos con muchos, por suerte.

Cuando comenzó a oscurecer, nos metimos en una pequeña casa. Había dos de esas cosas alimentándose de una mujer. Ella tenía un balaso en la cabeza. Miré por las puertas de vidrio. Había otros dos tipos tirados.

Maté a los dos podridos. Luego me metí en la casa. Ambos tenían también un balazo en la cabeza. Les puse una sabana a los tres. Hice lo posible para que Sofi no viera.

Nos instalamos en la habitación principal. Bloque la puerta y las ventanas.

Solté un respiro. Estabamos a salvo.

Sabía que quedaba mucho por recorrer. Que el camino sería largo. Que no sería fácil. Ahora ya nada es fácil.

A la mañana siguiente comimos unos cereales. Luego nos fuimos.

Seguimos caminando un kilómetro más.

      - Lucy, ya no aguanto- me dijo.

       - Solo un poco más y descansamos.

       - Por favor...

       - Mmm...

Interumpieron mis pensamientos cuando oí un grito no tan lejos.