Tiempo

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Trece

Dejo de ser como esperaba. Quería irme, lo necesitaba. Los días que siguieron me volví más callada, más distante. Quería alejarme de a poco.

Solo hacía mi parte. Cazaba, comía y dormía. David siempre me llamaba para que comiera con ellos. Hasta que se aburrió de intentarlo.

Había una bebé muy linda, con la que me encariñe. No sabía de quién era exactamente. Carl la llamaba Judith.

- ¿De quién es la niña? - le pregunté a Carl.

- Es mi hermana. Mi madre murió por ella.

- Lo siento.

- ¡No tienes ni puta idea de lo que dices! ¡Yo la vi morir!

- ¡Al menos la tuviste para ti cuando todo comenzó! ¡Yo nunca los he visto desde entonces!

- ¡Pero pueden estar vivos! ¡Ojala que estén muertos!

Le pegué. Con todas mis fuerzas. ¡¿Como se atrevía él al desear eso?!

Fue la gota que derramó el vaso. Me iba. Fui hacia mi cuarto y me puse mi mochila. No iba a esperar que Rick me pidiera que me largara.

Mi corazón estaba acelerado. Estaba a punto de explotar.

- ¿Dónde crees que vas? - dijo Daryl.

- No voy a esperar que Rick me lo diga.

- Vamos, el mocoso se lo merecía. Además siempre me han agradado las personas con arco. Siempre fuertes, valientes y dispuestas a hacer lo que sea por sus seres queridos. Lucy, no te puedes ir por el simple hecho de que eres parte de la familia.

- Rick se enojará conmigo.

- Rick sabe que su hijo anda en sus días.

Me reí. Daryl tenía razón.

- Todos hemos perdido gente. Yo perdí a mi hermano Merle, creo que le hubieras gustado. Todo el grupo perdió a Beth hace unos meses o días, creo. El grupo la recuerda en ti. Hubieran sido buenas amigas- dijo con sonrisa a medias.

- No te vayas- intervino David.

Debo admitirlo, pasaba parte de mi día viéndolo y él me miraba a mí. Y que él me lo pidiera era simplemente genial.

- Carl no debió decirte eso- dijo Rick.

- Lamento haberle pegado- dije.

- No te preocupes, lo hablaré con él- respondió Rick.

Solté la mochila y Daryl me guiño el ojo.

Ya el tiempo no vale nada. Pasa lo que pasa. Pierdes lo que tienes que perder. Daryl tenía razón al decir que todos hemos perdido algo. Yo perdí a mis padres, a mi vieja vida. Pero ahora tenía una nueva familia que estaba dispuesta a ganar y a perder. Y eso me quito el miedo. Porque entendí que en este mundo se pierde mucho, pero la recompensa es el doble.


La Vida de Lucy #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora