Nosotros

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Veintiuno

Hace días que estamos en el bosque. No le hablo, ni lo miro. Ya no sé si quiero seguir con él. No soportaría otro abandono.

Comemos en silencio y él solo repite:

     - Mi tío es un Dixon, es fuerte. Somos como cucarachas. Nos pisotean pero seguimos aquí.

Creo que trata de convencerse.

No me podía imaginar a Sofi sola. Sería mejor que este muerta. Luego de pensarlo, me arrepiento. Pero no me la quiero imaginar siendo comida de esas cosas.

Lloró todas las noches y me siento vacía. David trata de consolarme, pero no lo logra. Mi angustia y tristeza son más fuertes.

Nada logra animarme. Me siento perdida. Quisiera matar a Alejandro en este instante.

Comienzo a recordar como lo conocí. Odio recordar. Odio recordar como era de débil e insignificante.

Mi vida no fue perfecta, como la de toda adolescente normal, tuve mis problemas.

Nunca tuve un súper cuerpazo como mis compañeras. Mis amigos hombres decían que era bonita, pero todos ellos estaban interesados en otra chicas.

Pensaba que tenía algún error porque los chicos no se fijaban en mí. Hasta que llegó Alejandro.

Creanme que ni yo soporto mi vieja yo. En ese momento mi auto estima era un asco. Pensar que era así de débil me da náuseas.

Pero bueno volviendo a él, era un chico misterioso y de unos ojos verdes impresionantes. Me conquistó muy rápido. Muy muy rápido.

No me involucre mucho con él. Yo tenía mi vida y él la suya. No pasábamos tiempo juntos. Él me abrazaba y me besaba y eso era todo. Era como un juguete.

Si él no estaba feliz pensaba que era mi culpa.

Fuimos novios un año, hasta que se aburrió de mí. Me dejó como un perrito. Sufrí mucho por su culpa y no quería despertar.

Luego me enteré que me estuvo engañando con mi mejor amiga.

Desde entonces dejé de ser tan estúpida.

Comencé a odiarlo y fantasiaba  con hacerle la vida imposible. Pero no tuve el valor para matarlo aquella vez que lo encontré cuando todo comenzó. Debí soltar la flecha. Tal vez Julia estuviera viva. Tal vez cuando Rick me preguntó cuantas personas había matado hubiera contestado una y al porque,  porque lo odiaba.

Pero ya no puedo seguir así.

Debo consentrarme en el presente. Ahora estoy con David. El muchacho que dice que soy linda cuando duermo, que su problema es que le gusto y que me quiere. Él es diferente. Y sé que si existe ese nosotros va hacer algo genial y único. Algo que no he vivido jamás.

La Vida de Lucy #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora