Pensamiento

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Treinta y tres

- ¿Estamos en el infierno o en el cielo? - dije.
- Pensé que me conocías mejor, niña. ¿En serio crees que estaría en el cielo? Que tierna. Estamos vivos, aún.
Veía todo borroso. No me podía levantar. Vaya mierda.
Daryl me levantó.
- Carl, toma sus cosas.
Estaba medio inconsciente. Todo paso muy rápido.
Escuché muchos disparos. Con costos podía mantenerme en pie.
- ¡Lu! Mi amor, ayudame- gritaba Alejandro.
Estaba rodeado por caminantes. Como aquella vez que estaba con Julia. Vaya ironía.
Daryl me miró. Negué con la cabeza.
- Te jodiste - masculle.
Seguimos caminando hacia la salida. La comunidad estaba hecha pedazos.
Sudaba, sentía mi pelo de punta. Estaba mareada a más no poder.
Me desplome en el piso. El dolor se volvía cada vez más insoportable.
Daryl me also.
- ¡Carl, cubreme! - dijo Daryl.
Ya casi no veía nada. Sentía como mi corazón se aceleraba. Era como si se me saliera del pecho.
Era como si estuviera muriendo.
- Daryl, ya no puedo más.
- Claro que sí puedes. Aguanta.
- ¿Todos están muertos?
- No, nena. Todo lo contrario. Sofi esta en Alexandria. Ya sabe disparar. Es toda una patea traseros.

Eso me dio fuerza. Sofia estaba viva. Lo estaba. Pero David... No me atreví a preguntar.
Era una esperanza, mínima. Sentí como Daryl corría.
- ¿Qué hay de Negan? - pregunté.
- Debe estar con Rick. Negan a cometido más pecados de los que crees. Mató a la persona equivocada.
- ¿Qué pasa sino soy inmune?
- Tenemos la cura. Tu madre y las comunidades ya están vacunados.
Llegamos a un auto. En el estaba James y Ana. Apenas entramos James arrancó el coche. Ana me inyecto algo. Grité de dolor.
- Estarás bien, cariño - me dijo Ana.
Mis ojos comenzaron a cerrarse. Me sentía miserable. Las punzadas no se detenían. Se me salieron las lágrimas. Pensé que no iba a sobrevivir.
- Lucy, te amamos - dijo Daryl.
- Yo igual... Los amo...
En mis pensamientos solo estaba mi hermano, mi padre y David. Ya sentía que no podía. No podía seguir.
Una parte de mí se quería rendir. Pero otra quería luchar. Quería seguir luchando. No había hecho todo esto para nada.
Mi respiración se fue haciendo más lenta. Mi corazón se fue estableciendo. El dolor empezó a desaparecer.
Sofi estaba viva y se había vuelto fuerte. No me perdería eso por nada del mundo. Quería vivir, maldita sea. Aunque fuera este tipo de vida.
Luego todo quedó oscuro. Tan oscuro como mis pensamientos.

La Vida de Lucy #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora