Hogwarts después de la guerra (Drarry)

Después de la guerra

Había regresado. Ahora se encontraba allí, nuevamente, como si nada hubiera pasado, ignorando olímpicamente las miradas de desprecio de quienes pasaban.

Draco Malfoy estaba de vuelta en el andén 9 3/4, preparado -o eso esperaba- para un nuevo y último año en Hogwarts.

Después de la guerra, su padre había sido metido en la prisión mágica de Azkaban y él y su madre habían quedado sin cargos gracias a la mágica intervención del "Elegido", más conocido como "Cara Rajada" por él.

A pesar de todo lo que Potter había hecho por él, había sido inevitable que su apellido quedará mancillado. Ya nadie sentía respeto por los Malfoy.

Una de las cosas que tenía que hacer para enmendar ese gran error cometido por su padre, era encontrar una esposa sangre limpia, claro, para devolverle el honor perdido a su familia. Así que quedó comprometido con Astoria Greengrass.

Pero el corazón de Draco pertenecía a otra persona. Y ya era muy tarde para poder cambiar aquello.

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Otra vez estaba allí, siendo admirado por la gente, algo a lo que el "Elegido" debería haberse acostumbrado.

Harry Potter deseaba más que nada en el mundo poder ser una persona normal, que no llamase la atención al caminar por la calle y tener paz aunque sea ese último año que le quedaba en Hogwarts.

Terminada la guerra él y Ginny habían terminado porque a la pelirroja le incomodaba toda la atención que recibía Harry. Además se querían mucho, pero ese amor no pasaba de ser un amor de hermanos.

Harry deseaba que ese curso transcurriera tranquilo junto a Ron y Hermione. Extrañaba mucho la tranquilidad aunque, si lo pensaba, su vida nunca había sido tranquila. Y, aparte de todo, extrañaba los momentos en que Draco Malfoy lo molestaba.