Hogwarts después de la guerra (Drarry)

𝐀𝐝𝐢𝐯𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 (𝐖𝐨𝐥𝐟𝐬𝐭𝐚𝐫)

-Qué suerte la nuestra, hoy comenzamos con Adivinación.

Harry miró a su mejor amigo y esbozó una sonrisa ladina. Era uno de las asignaciones que menos le gustaba.

-Aunque sea Hermione no sufrirá con nosotros -se quejó Ron- ella tiene Estudios Muggles.

-Bueno, no es para tanto, Ron, aunque Trelawney no enseñe nada -añadió Hermione.

Terminaron su desayuno y se dirigieron a sus clases.

-Recuérdame por que estamos tomando este curso, Draco -dijo Blaise mientras señalaba su hoja de los horarios.

-Ni yo lo sé, pregúntale a Pansy, ella nos obligó.

-Yo no los obligué. Solo les dije que era para llenar esa hora libre que tenían -les recriminó Pansy, poniendo los brazos en jarra-. Además, Blaise y tú se metieron, no yo. Yo tengo Estudios Muggles -añadió sonriendo.

-¿¡Estudios Muggles!? -gritaron Blaise y Draco a la vez, mirándola extrañados- Pero si a ti no te gusta es-

-Oigan, las personas cambian, y si no terminan su desayuno ahora, prometo que los hechizo la próxima salida a Hogsmeade -amenazó la chica.

-¿Cuando es?

-No lo sé.... le preguntaré a Her-Granger -dijo.

-¿Desde cuando hablas con ella? -preguntó Blaise.

-Vamos a las mismas clases, ¿por que no hablaría con ella?

Y siguió comiendo, bajo la mirada inquisidora de ambos chicos.

Cuando subían, Harry y Ron se chocaron con Draco y Blaise, que también iban a la clase. Empezaron a andar juntos sin darse cuenta, hasta que llegaron a la trampilla del aula. Subieron y los invadió el sofocante ambiente, adormeciéndolos. La entrada de la profesora los asustó.

-Bienvenidos de nuevo mis niños, pasen, pasen y siéntense. Este año habrán algunos cambios según me informó el profesor Snape: los Gryffindors y Slytherins tendrán que mezclarse, uno de cada casa por mesa.

Y comenzó un griterío, ya que todos querían sentarse con los de sus casas. Ron y Harry se sentaron, al igual que Malfoy y Zabini, luego de protestar.

-Bueno, el director intuía que esto ocurriría, por lo que me dio una lista de los alumnos que se sentarán con los de la otra casa.

-¿En serio? -refunfuñaba Ron.

-Ni yo lo creo. No nos puede ir tan mal este año -le respondió Harry.

-Con tal de qué no nos toque con Finnigan, Weasley o Potter estoy bien -dijo Blaise. Draco asintió y esperó a que la profesora dijera los nombres de sus compañeros.

-Bien -dijo la profesora Trelawney-. Mmhhmm..... La señorita Patil con el señor Goyle, Longbottom con Nott, Zabini con Weasley, Bulstrode con Finnigan, Greengrass con Thomas, Brown con Davis y por último Malfoy con Potter.

Harry no lo podía creer. Lo emparejaban con la persona a la que menos quería ver en ese momento.

-Bueno, cada quien con su compañero, ya iniciaremos la clase -dijo la profesora.

Harry se quedó sentado esperando que Malfoy fuera a su mesa, pero este parecía esperar lo mismo de él. Así que se paró y fue cansado a la mesa del Slytherin. Este le dirigió una sonrisa burlona al ver el cansancio de Harry.

-Bueno mis niños, hoy haremos quiromancia, que es un arte muy antiguo para leer las manos. Comenzaremos tomando las manos del compañero, así, muy bien señor Nott, y leeremos las líneas con ayuda del libro en la página 27.