Hogwarts después de la guerra (Drarry)

Castigo (1/2)

Draco caminaba pensativo por los pasillos. Le gustaba Potter. No lo iba a negar más. Pero tenía que hacer algo ya, o se le escaparía. Entonces se le ocurrió un plan.

-Oigan, mañana irán Hogsmeade? -preguntó Harry a sus amigos.

-Mmm..... yo no puedo -se excusó Ron, ganándose unas miradas extrañadas de sus amigos- es que..... me siento un poco mal -tosió- y con este frío..... mejor me quedo.

-Y tú, Hermione?

-Lo siento, Harry. En verdad quisiera ir, pero tengo que estudiar.

-Oh, no se preocupen yo voy solo -pero por dentro Harry estaba aliviado. Así podría conversar libremente con Remus y Sirius. Pero que sus amigos estuvieran ocupados y enfermos justo el fin de semana..... no le cuadraba.

Harry caminaba por un pasillo, pensando en lo que se traían entre manos sus amigos y en Draco. Ese rubio del que estaba enamorado. Caminaba sin darse cuenta, cuando sintió que alguien le ponía zancadilla.

-Mira por donde caminas Potter -le dijo una voz demasiado conocida para el ojiverde.

-Cállate, Malfoy -dijo levantándose y mirándole con rabia y tristeza. Nunca se fijaría en alguien como él.

Draco se dio cuenta de la mirada del ojiverde y sintió ganas de abrazarlo. Pero en cambio le comenzó a molestar.

-Potter, no te metas con personas más inteligentes que tú. ¿O acaso no recuerdas tu lectura de manos?

Esto hizo que Harry se sonrojará recordando cómo se habían quedado agarradas de las manos sin darse cuenta. Pero decidió arremeter.

-Y tú eres un egocéntricos, malcriado y egoísta....

-.... que por lo menos tiene madre -terminó el rubio.

Harry no pudo más. Se abalanzó sobre Malfoy y comenzó a darle golpes en el pecho y rostro. El rubio contestó y se enfrascaron en una pelea.

En eso, escucharon pasos, los que les dieron tiempo de separarse.

-Señor Potter, otra vez volvió a lo mismo -dijo el profesor Snape.

-Malfoy comenzó -acusó el pelinegro.

-Profesor, no es cierto. Potter se abalanzó sobre mí y me comenzó a pegar -sentenció el rubio convincentemente-, él tiene la culpa.

-Qué ocurre, Severus? -dijo una voz detrás de ellos.

-Nada importante, Minerva. Solo encontré al señor Malfoy y al señor Potter peleando en este pasillo -contestó el director.

-Entonces ambos merecen un castigo por tal conducta -dijo la profesora. Harry miró a Malfoy y le pareció advertir una fugaz sonrisa en su rostro. Pensó que era su imaginación.

-Bien. Ambos están castigados. Mañana a primera hora en mi despacho-dijo el director y se fue, haciendo ondear su túnica cual murciélago gigante. Luego la profesora los vio y se marchó.

-Todo esto es tu culpa -dijeron Draco y Harry a la vez. Se miraron sorprendidos y ambos se dieron las vuelta, marchándose cada uno por su lado a la enfermería. Uno con el labio roto y otro con una contusión en la mejilla.

-¡¡Harry, por Merlín!! ¡¿Qué te pasó en la cara?! -preguntó Hermione al ver a su amigo entrar a la Sala Común con un la mejilla morada-. No me digas que otra vez fue...

-Malfoy. Si. Otra vez el maldito hijo de... -el ojiverde no terminó. Estaba aguantándose las lágrimas-. Oigan voy a descansar, vayan yendo a comer. Yo... no tengo mucha hambre. Iré luego, si es que me animo.