Contarles

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Albus pensaba que no iba a hacer nada más difícil en la vida que contarles. Si. Esa iba a ser la parte más difícil. Contarles a sus mamás y a sus tíos.

Sabía (ahora) que no era nada malo estar saliendo con Scorpius, pero igual le causaba muchos nervios él cómo reaccionarían sus familias.





-Tíos, nosotros...

-...estamos saliendo -completo Scorpius tomando de la mano a Albus.

Harry y Draco se quedaron sorprendidos. Solo una hora antes los chicos les habían pedido reunirse y ahora estaban sentados en la sala de la casa Malfoy-Potter. Los esposos estaban sentados en frente de ellos, Draco con el brazo alrededor de la cintura de Harry.

Al escuchar lo que dijeron, Harry apoyó su cabeza en Draco y contuvo la risa. En cambio Draco no fue tan disimulado.

Albus frunció el ceño. ¿Acaso estaban molestándolos...?

-Al, Scorp. Ya lo sabíamos. Y puedo asegurar que incluso antes de que ustedes mismos lo supieran -dijo Harry sonriéndoles.

-Exacto -dijo Draco asintiendo.

-¡¡TÍO!! -gritó Albus sonrojándose. Harry solo se largó a reír más fuerte. Scorpius sonrió y se levantó.

-Bueno, si nos disculpan, nosotros tenemos que ir a... una cita -terminó con una sonrisa de lado, ofreciéndole una mano a Albus. Este la aceptó aún sonrojado y salieron de la estancia hasta que los gritos de Harry llamaron su atención.

-¡Chicos! -llamó, persiguiéndolos hasta la puerta-. Cuídense -añadió guiñándoles un ojo. Ahora si, ambos se sonrojaron a más no poder.

-¡Papá, llévate a mamá! -gritó Scorpius. Draco apareció detrás de Harry y lo rodeó con sus brazos, dejando un beso en su mejilla.

-Cariño -dijo en tono desaprovativo al azabache.

-Okey, okey -dijo Harry, suspirando y cerrando la puerta.








-Scorp, ¿A dónde vamos?

-A celebrar nuestro aniversario -respondió el rubio.

Albus se llevó las manos a la boca. Lo había olvidado. No sabía como pero lo había olvidado. Claro, ese día cumplían 2 años de noviazgo.

-Scorp.... Yo.... -no le salían las palabras.

Scorpius se volvió sonriendo. Acunó el rostro del azabache en sus manos y le dejó un beso en la frente. Hacía un poco de frío, por lo que Albus enterró su cabeza en el pecho de su novio y este lo cubrió con su casaca. Albus alzó el rostro. Parece una foca bebé, pensó Scorpius sonriendo.

-¿De qué te ríes? -preguntó el menor arrugando la nariz, sonrojada por el frío.

-Es que eres demasiado bonito -dijo Scorpius estirando sus cachetes. Albus rio, mientras Scorpius comenzaba a hacerle cosquillas por todo el cuerpo.

-B-basta.... S-Scorp... P-pa-ra...

El otro le dio un beso en la punta de la nariz y lo tomó de la mano, atrayéndolo hacia sí. La gente que pasaba cerca de ellos los miraba extrañada y enternecida. Albus ladeó la cabeza mirando al rubio.

-No me importa si te olvidas de nuestro aniversario -dijo abrazándolo por la cintura-, lo importante es que estemos juntos.

-Si, eso es lo important-

-¿Albus? ¿Scorpius? -dijo un voz detrás suyo. Ambos se miraron extrañados. Voltearon y vieron a un chico con lágrimas en los ojos cristalizados, mirándolos con rabia.





Hugo Granger-Parkinson estaba enamorado de Scorpius desde que tenía memoria. Ese chico era... un dios. O eso creía.

Años insinuándosele para que este cayera rendido a sus pies.... pero lo hizo a los pies de la persona más inesperada. Su mejor amigo, Albus Weasley-Lovegood.

Hugo estaba furioso. ¿Cómo se atrevía Albus a robarle a Scorpius sabiendo que le gustaba? ¿Acaso su ex-mejor amigo era tan malvado como para hacerle eso?

Oh, no. Tenía que hacer que el rubio fuese suyo.





-¡Hugo!

El chico seguía mirando la escena mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas.

-¿Cuanto tiempo llevan juntos? -murmuró. Albus advirtió que las palabras salían de él como si no las dijera. Eso lo asustó más.

-Nosotros... -comenzó a explicar.

-Dos años -dijo Scorpius mirando ceñudo al chico. A Hugo le había comenzado a temblar el labio inferior. Entonces sacó la varita y apuntó a Albus.

-¡Al! -gritó Scorpius abrazándolo e interponiéndose entre Hugo y su novio.

-¡HUGO! ¡DETENTE! -dijo una voz. Los ojos cristalizados del chico voltearon.

Louis Weasley, el hijo menor de Bill y Fleur, lo miraba con preocupación desde el otro lado de la calle. Su cabello rubio estaba despeinado, dando a entender que había salido corriendo a buscarlo o que la aparición lo había dejado así. Sin embargo se veía muy guapo.

-Hugo, detén esto -susurró acercándose despacio. Lentamente Hugo bajó la varita, mirando al rubio. Entonces comenzó a temblar y calló de rodillas sobre la vereda. El mayor corrió hacia él y lo envolvió en sus brazos, mientras el pelinegro lloraba desconsoladamente.

-Je ne sais pas ce qui s'est passé, Louis -susurró asustado y rápido en francés.

-Tout va bien, mon amour -dijo Louis dejando un beso en su frente-. Tout va bien.

Con eso Hugo se aferró al chico más fuerte, dejando que este lo abrazara como si no hubiera final.


-Hugo -susurró el Weasley cuando el chico estuvo más calmado-, vamos a casa.

El menor solo asintió, agarrándose al cuello del chico, quien lo alzó. Miró a Scorpius y Albus, que seguían allí, contemplando la escena.

-Los veo luego -dijo moviendo de uno a otro sus ojos azules.

-Gracias -dijo Albus temblando. Había estado quieto durante todo ese rato, muy asustado.

-Es mi novio, primito -dijo este con una leve sonrisa-. Es mi debeg cuidag de él. Ahoga solo quiego sabeg quién le hecho esa maldición -su rostro sufrió una transformación. De preocupada pasó a molesta y rabia contenida.

-M-maldición.... -dijo con un hilo de voz Albus, llevándose ambas manos a la boca.

-Si. Alguien lo ha hechizado. Tengo que encontgaglo -dijo alzando la cabeza como olisqueando el aire. Scorpius sabía que este había heredado la capacidad de poder seguir el rastro de alguien de Bill.

-Bueno, ahoga si me voy. Veuillez m'excuser.

Y con una fuerte sacudida desapareció, dejando solos a los dos chicos. Scorpius se volvió a su novio y lo abrazó, llevando una mano a su cabeza y otra a su cintura.

-Scorp... ¿Qué fue todo eso?

Hogwarts después de la guerra (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora