Capítulo 12

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Peter me cuidó, me acarició, besó. Sus labios y los míos encajaban a la perfección, la respiración se me aceleró, me agité, necesité más de él, de su cuerpo, se me erizó la piel.
Terminé enredándome junto a su cuerpo, sintiéndolo a él haciéndome..¿El amor? Y las piernas se me aflojaron, agradecí estar pegada al cuerpo de Peter, él me acarició la cara para después despejar mi pelo de ésta, me dejó un besito sobre mis labios, un gesto tierno que me hizo sonreír, él también me sonrió.
Lo abracé sintiéndome protegida, suspiré y él no dejó de hacerme caricias, se sentía tan raro y al mismo tiempo tan correcto lo que estábamos haciendo.
-Pit, ¿vamos a contarles a nuestros amigos? Digo, lo del bebé..-le pregunté y él me miró a los ojos.
-Cuando vos quieras-él me respondió dándome tiempo, siendo delicado, eso me encanta de Peter, siempre, toda la vida me dio espacio, me dio tiempo, cosa que no todo el mundo entiende. Le sonreí y me escondí debajo de su cuello.
-No voy a guardar la noticia por mucho tiempo igual, necesito liberarme y contarlo, pero primero me hago los estudios, y le tenemos que contar a nuestros papás..-le respondí y él me acarició el pelo.
-Esta bien La, cuando quieras-sentí un besito sobre mi frente.
Comimos por la madrugada hablando de la vida, proyectos, proyectos frustrados, como en mi caso.
-¿Que vas a decirles a los de la productora? ¿Tenes algo pensado?-quiso saber Peter, negué con la cabeza.
-No lo se, no lo pensé... Tengo un poco de tiempo para pensarlo, es todo nuevo esto Peter, no se ni como encararlo, como manejarlo-suspiré, él agarró mi cara con sus manos.
-Tranquila La la land, estamos juntos en esto, toda la vida estuvimos juntos-él choco su frente con la mía y nos sonreímos.
Me acomodé entre sus brazos e intenté pegar ojo pero me costó horrores, miles de pensamientos me invadieron, pero sobre todo uno: el miedo a no enamorarme de la persona que más quiero en el mundo.

A la mañana Peter se fue a trabajar, yo fui a desayunar a lo de Candela y Andres, ellos me recibieron con una sonrisa.
Llamé a Candela para que se acercara a mi.
-¿Que es esa cara?-ella quiso saber.
-Hablé con Peter, todo bien con él al final pero.. Tengo miedo-me atreví a decirlo.
-¿Miedo a qué?-ella quiso saber, se sentó frente a mi.
-¿Y si no me enamoro?-la miré y los ojos se me pusieron brillosos.
-Lali vos no podes forzar el amor, pensá esto... Ya le tenes un cariño, inmenso, y se quieren tanto que por algo hoy.. Tenes el estado que tenes, vas a tener un bebé-Candela se rió poniéndole humor al asunto- sé que lo queres, se quieren, ambos, tus ojitos están brillosos por miedo, te importa Peter, te importa mucho, toda tu vida te importó, y eso es amor, ya vas a descubrirlo, lo vas a ver, vas a ver
-Eugenia me dijo lo mismo-la miré desconcertada.
-Ya somos dos, dejá de pensar tanto las cosas y empezá a disfrutar, estas embarazada, disfrutá cada día-Candela me guiñó un ojo y me dio un muffin- podes comer lo que sea sin culpa alguna
Eso me hizo sonreír.
-Gracias, gracias Cande-la abracé, ella besó mi mejilla.
Volví al departamento y me cambié, Eugenia me acompañó a hacer mi rutina de gimnasia.
-Tengo que mover este culo porque se va a deformar un poco todos los meses-fui dramática, Eugenia se rió de mi-¡hablo enserio!
-Siempre estuviste fuerte amiga-ella me codeó-decí que sos de mi amigo...
-¡Ey!-me reí- sos terrible eh
-Soy terrible, pero me adoras-ella me sonrió.
Nos recostamos sobre el pasto y Eugenia posó una de mis manos sobre mi panza.
-Increíble pero cierto-ella suspiró.
-Realmente increíble pero cierto-coincidí, cerré mis ojos y voltee para mirarla a los ojos-tengo que contarte esto a mis papás boluda, van a creer cualquier cosa, que soy una irresponsable
-Lali ya sos adulta, sabes que cosas pueden pasar y que no-ella me sonrió- no van a decirte nada porque es tu vida
-Esta bien, tenes razón..-asentí con la cabeza.
Almorzamos en la costanera, frente al río, el viento soplaba, nos despeinaba.
-Que lindo poder respirar-suspiré- me hizo bien esta salida con vos-Eugenia me sonrió.
-Cuando quieras-ella me guiñó un ojo.
Me subí a mi auto y manejé hasta mi departamento, cuando subí escuché gritos fuera del mono ambiente, no me atreví a entrar.
-¡Ella no te va a querer como yo te quiero!-la escuché a Belen- Peter, si no te amó hasta ahora, ¡¿crees que lo va a hacer?! Seguí soñando, tenes la oportunidad de tu vida, salir conmigo y que volvamos pero no lo estás aprovechando, seguí soñando, y soñando, y soñando-ella le repitió, una ola de angustia me invadió, Belen abrió la puerta para irse y me fulminó con la mirada-decile lo que ambas sabemos, que no te vas a enamorar de él nunca
Belen se fue y Peter se quedó mirándome desde adentro, me invadieron las ganas de llorar, entré y cerré la puerta, me encerré en el baño para tener algo privacidad, recién ahí se me cayeron las lágrimas contenidas.
-Lali-Peter me llamó desde el otro lado de la puerta-¿estas bien?
No supe que decir, se me había formado un nudo en la garganta.
-Fue muy cruel escuchar lo que me dijo-la voz se me quebró- como habló de mi, ella no me conoce Peter-destrabé la puerta y asomé mi cara-¿como sabe lo que pasa por mi cabeza? Ni yo se... Yo.. Dame tiempo Peter, solo eso necesito... Tiempo.. Se que no puedo pedirte toda la vida que me esperes pero..
-Shhh-el puso los dedos de su mano sobre mis labios- no pienses tanto La, vivamos el presente, ¿esta bien?-él siempre tan bueno.
Corrí a sus brazos y lo abracé, me sentí segura nuevamente, él me besó la frente.
-Se porque sos bueno conmigo pero.. Siento que no lo merezco-me atreví a mirarlo.
-Sos buena persona... Lo se desde que nos vimos por primera vez en el jardín de infantes, desde que no me dejaste de lado y me hablaste para jugar, yo era el nuevo, vos fuiste simpática y desde ahí te ganaste un lugar muy importante en mi vida-Peter esbozó una pequeña sonrisa, hizo que mis mejillas se tiñeran de rosa, me sentí una estúpida. Tomé su cara entre mis manos y dudé, realmente quería experimentar sensaciones nuevas. Lo besé, delicadamente, con dulzura. Cuando aparté un poco mi cara Peter tenía aún sus ojos cerrados, le hice una caricia en la mejilla.
-Peter, nunca dudes de que te quiero-le susurré con la voz entre cortada- nunca lo dudes...-volví a repetirle, él abrió sus ojos y sentí su paz-todo es cuestión de tiempo, porque yo ya te quiero, también, desde el primer día no quise dejarte nunca más solo..
Él me abrazó y me sentí feliz de poder haber expresado algo, me estaba gustando el poder conocerlo en otro ámbito, aunque todo parecía igual que como siempre, no hay manera de que me sienta incómoda con él.
Cenamos pizza que Peter cocino, yo me quedé observándolo mientras la sacaba del horno y comí bastante, después empezó a dolerme la panza, él se recostó a mi lado y me acarició la panza plana, rozó su boca sobre mi cuello, otra vez sentí que se me erizaba la piel, ¿que significaba eso? Dejé de pretender entender y descifrar las sensaciones nuevas, me dejé disfrutar nuevamente de un nuevo encuentro, no podía parar, cada vez lo necesitaba más, cada vez lo buscaba más, y él respondía, me correspondía, y eso me hacía feliz.

Metamorfosis (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora