Metamorfosis (Laliter)

Capítulo 23

Comencé a temblar al recordar lo que pasó, lo que me pasó, no sabía como arrancar, como empezar a hablar.
-Lali, ¿que te pasa?-quiso saber Peter ahora preocupado, me agarró por los hombros- mirame
Lo miré y me agarraron arcadas al recordad otra vez lo que había estado por pasar.
-Lali hablá conmigo-me pidió Peter y negué con la cabeza.
-No... No puedo-me quebré, rompí en llanto, él me abrazo y se produjo un silencio, necesitaba eso, silencio. Apoyé mi cara sobre su pecho y me sentí protegida, sus brazos me protegían.
-Peter..-lo llamé y él me miró a los ojos tratando descifrarme- no se... No me sale el como empezar a hablar... Dame tiempo-le pedí suplicante, él asintió con la cabeza, secó una lágrima que se me cayó, una de muchas, volvió a abrazarme.
-Sea lo que sea, voy a romper, voy matar a quién te hizo llorar, voy a..-lo callé poniendo una de mis manos sobre su boca.
-No-negué con la cabeza- vos no sos así.. No te rebajes...-suspiré, besé pausadamente su mejilla, cerrando mis ojos- voy a hablar.. Cuando me sienta segura..
-¿Segura? ¿No te sentís segura porque?-Peter estaba completamente alterado-¿le pasó algo a nuestra hija?
Negué con la cabeza, sentía un nudo en la garganta: angustia.
-Ella esta bien... Creciendo, podes comprobarlo si queres...-llevé mi mano a mi pancita, Peter hizo lo mismo y después me miró a los ojos- es algo que me avergüenza.. Me da vergüenza decirlo en vos alta...
-Lali no tendrías porque tenes avergüenza, sea lo que sea, siempre voy a estar para escucharte, por más absurda que sea la cosa-Peter suspiró- ¿acaso alguna vez no te escuche?
Negué, le hice una caricia en la mejilla para tranquilizarlo, después lo abracé sin soltarlo.
-Tiempo-le pedí, había sido muy reciente para volver a recordarlo, aunque no se salía de mi cabeza.
Me costó dormir, Peter me rodeó con sus brazos, me agarraron arcadas y corrí al baño para devolver.
Me di otra ducha más y volví a la cama, tuve suerte de que Peter no se despertó.

Al día siguiente manejé hasta la puerta de Telefe y me quedé un rato en el auto estacionado, no sabía como encarar la situación.
Cuando finalmente llegué al set Campanella me saludó amable como siempre, ¿y si hablo y nunca más me contrata alguien?
Se me vino la cabeza la voz de Candela diciéndome que yo soy más importante que mi trabajo de ensueño.
Iba a responder su cálido saludo cuando se me fue la voz, me ahogué, ataque de pánico.
Campanella se preocupó y intentó que vuelva a la realidad, cuando me tranquilicé me hizo ir a su oficina, me ofreció agua.
-¿Estas bien?-quiso saber, asentí con la cabeza, él negó moviendo la suya-no por nada uno tiene esta clase de episodios, yo lo sufrí alguna que otra vez también..
Alguien tocó la puerta de la oficina.
-Dire tengo una duda acerca del guión-el Chino nos interrumpió, volteó a mirarme, clavó sus ojos en los míos y me agarró un escalofrío, me quedé dura, mi cuerpo se puso a la defensiva.
-Estoy hablando con Lali ahora-Campanella le restó importancia a su interrupción.
-Buen día Lali-el Chino siendo "amable", su mirada me amenazó, estuve a punto se hablar, iba a hablar pero no lo hice, él se fue y Campanella me miró.
-¿En que estábamos?
-En nada.. Nada-no se ni como me salió hablar.
Campanella dejó de indagar que me había pasado y me fui, corrí hacia maquillaje e intenté no llorar.
Cuando me encerré en mi camerino la llamé a Candela.
-Lali-me atendió- estoy atendiendo, ¿estas bien?
Negué con la cabeza, ella no podía verme, solo estaba al teléfono.
-No... No puedo seguir con esto... Pero tengo que seguir-le dije con la voz entre cortada.
Escuché un suspiro.
-Lali, Mariana... Lo que te pasó es grave, no tiene porque volver a pasar, no te tiene que dar cosa hablar, denuncialo a ese hijo de puta-Candela se enojó, volvió a suspirar-¿hablaste con Peter?
-No... Me da vergüenza..-ella me interrumpió.
-¡¿Vergüenza qué?! Vos no hiciste nada, el tipo este que está enfermo te hizo sentir vergüenza cuando no hiciste nada para merecerte lo que pasó, ¡Lali abrí los ojos! Tocá la puerta de la oficina de tu director, ¡hablá! No tenes porque sentir vergüenza-me lo repitió y me lo repitió, se me aceleró el corazón.
Me envalentoné y caminé nuevamente hacia la oficina, cuando estaba por tocar la puerta me agarraron del brazo, volteé y era Úrsula.
-No vas a hablar de mi novio, ¿no?-elevó sus cejas y por primera vez vi que ella era cómplice de un abusador, otra vez sentí asco- Lali él no hizo nada..
Los ojos se me llenaron de lágrimas de impotencia y me abalancé sobre ella, justo llegó el Chino y tiró de mi para separarme de ella, sentí furia.
-¡Despertate! No te convierta en una mierda como..-lo dije a los gritos y me callé al ver que todos nos estaban mirando, Campanella salió de su oficina.
-Lali-me llamó, otra vez me agarró vergüenza, había quedado como una loca.
Escuché la voz de Cande en mi cabeza.
-Yo...-me quebré, mis ojos se pusieron brillosos- quisieron abusar de mi..
Campanella se quedó mirándome.
-¿Quién?-pronunció LA palabra.
Iba a pronunciar algo cuando lo vi, Peter llegó corriendo, ¿que hacía Peter acá?
Él me miró a los ojos tratando de adivinar algo.
-Candela me llamó-se acercó a mi-¿porqué están todos mirándote?
Cerré mis ojos, suspiré, las palpitación de mi corazón andaban a mil.
-Peter-lo llamé después de abrir mis ojos- te presento al dire..-cambié de tema, Campanella lo miró, después a mi.
-Te escuché gritar y estabas por zarandear a la novia del Chino-Campanella habló de mi episodio frente a Peter, maldición.
-Yo...-me angustié- no puedo... Juro que no estoy loca.. Lo que pasó es.. -miré al Chino por error, Peter notó lo que hice y se balanceó sobré él.
-¡¿Que le hiciste hijo de puta?!-lo agarró de la remera, el Chino se rió, yo tiré de la ropa de Peter tratando de separarlos.
Campanella me miró y supe que tenía que hablar.
-El Chino.. El chino quiso violarme-el tiempo se congeló cuando pronuncie la frase que no quería admitir, lo que me daba tanta vergüenza, lo que me daba asco.
Peter se quedó mirando mis ojos en silencio, reaccionó minutos después y se abalanzó nuevamente hacia el Chino, todos tiraron de él para separarlos.
-Yo no hice nada-el Chino mintió- todos me conocen, saben como trato a todas las personas con las que trabajo..
Eso me enfureció, esta vez salté yo, me latía la vena de la frente.
Le pegué una cachetada, todos me sostuvieron para que no le vuelva a pegarle.
-¿Lali, es verdad lo que dijiste?-Campanella solamente me miró a mi.
-No.. No miento-la voz se me quebró, ¿porque mentiría?