Parte 1

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¡Hola a todos! Vengo con una historia romántica y graciosa de mi pareja favorita de Danmachi: Bell y Aisu, espero que les guste mucho, esto lo pueden interpretar como un universo alternativo donde están juntos, pero no por eso todo está arreglado en sus vidas.

Me encantaría leer tu opinión, ¡disfruten!

No, aún no

Parte 1

Finalmente, el conejo lo había logrado, justo como en un cuento de hadas, se le había concedido su gran deseo y ahora estaba casado con la princesa de la espada. Bell Cranel ya tenía todo lo que podía desear, lo que normalmente significaba que su muerte estaba próxima, aunque como era un aventurero, la muerte siempre estaba al acecho.

Y al estar casado con Aiz Wallenstein, no tenía derecho de morir.

Sin embargo, había una peculiar situación entre ellos que nació desde que empezaron a salir y que no se había solucionado ni por haberse casado.

Él era un conejo asustadizo que solo brillaba bajo presión.

Ella era la princesa de la espada, solo tenía el combate en su cerebro, volviéndola una idiota en el resto tópicos de vida.

Por eso mismo, no... aún no lo habían hecho, ni en la luna de miel.

Hace unos días lo habían intentado de nuevo, pero Bell se asustó por lo directa que fue Aiz, algo a lo que no terminaba de acostumbrarse, y todo terminó en nada.

Y ahora mismo compartían la mañana, en su casa, comiendo frente a frente.

El cabello rubio de Aiz estaba algo levantado por haberse despertado hace unos momentos, Bell siempre lo tenía algo despeinado, así que no importaba si tenía el almohadazo o no.

«Me pregunto si ya se dio cuenta...» Se la quedó viendo, pero sonrió levemente. «Bueno, no se le ve nada mal».

—Bell —dijo con su típica voz calmada sin dejar de comer su desayuno con los palillos.

—¡...! ¿Si? —preguntó y después bebió un poco de agua.

—Soñé que teníamos sexo esta mañana.

—¡Puff! —Bell escupió el agua al suelo y se le quedó viendo con la boca abierta, sus ojos rojos temblaron.

—Ha pasado una semana desde nuestro último intento, ¿no quieres intentarlo?

Aiz había soltado eso mientras lo observaba con sus ojos dorados imperturbables, luego siguió comiendo como si nada mientras Bell gritaba internamente por vergüenza.

—¡No en esta situación!

—Hm... mm... —Siguió comiendo y sus ojos miraron a otro lado, mientras Bell retomó el aliento.

—D-Después... —susurró finalmente, completamente sonrojado.

—De acuerdo.

Su rutina se reanudó y siguieron con los planes del día, por lo que Aiz se preparó para ir a la mazmorra a matar monstruos con los otros miembros de la familia Loki, mientras que Bell decidió salir a platicar con su amigo Welf, en la mansión de la familia Hestia.

Estaban en su sala de trabajo, Welf daba martillazos cada cierto tiempo a la hoja de un arma que estaba elaborando mientras escuchaba los problemas del conejo recién casado.

—¿Por qué Aiz es tan tosca...? —preguntó el joven mientras se derrumbaba encima de una mesa.

—Bueno, ella es de muy pocas palabras, creo que estás esperando mucho de ella, Bell...

No, aún noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora