Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓

16. El cumpleaños parte 1

Siento arcadas.

Mojo mi rostro una y otra vez, y esa imagen sigue dando vueltas en mi cabeza. Es un recuerdo que definitivamente quiero borrar, no, arrancar de mi mente. La cabeza me da vueltas, la música que emana del bar solo hace que dé zumbidos como si me golpeara desconsideradamente. Sin embargo, lo que de verdad provoca este síntoma nauseabundo es él.

¿Cómo se atrevió hacerlo? Y lo que más me desagrada de una manera desgarradora es que yo lo permití, pero en ese momento me vi horriblemente atrapada en una red como un pobre y vulnerable insecto.

¡Es un imbécil!

Nunca debí haber confiado en sus palabras, aunque yo tampoco debí haber abierto la boca, simplemente tenía que haber aceptado su sínica amabilidad y así hubiera evitado todo esto. Obviamente esto no se quedará así, de alguna manera me las pagará y no le hará ninguna gracia porque ahora él se ha metido en problemas conmigo.

5 horas antes

Cuando salimos del New Center eran las ocho de la tarde, no fue tan difícil. Jonny hizo de guardia fuera de las rejas mientras que junto Azael llenábamos un auto rojo —nada discreto— con ropas. Ahora que lo pienso no tengo idea de donde salió el auto, pero lo que de verdad me desconcertaba era que nosotros actuábamos como verdaderos fugitivos y no estábamos haciendo nada malo.

Bueno, romper la regla de salir del colegio a mitad de semana no era para tanto, todos lo hacían y nunca han tenido problemas, lo que me daba a suponer que nada iba a salir mal.

Azael nos llevó al segundo piso del bar donde llegamos a unas habitaciones pequeñas de una sola cama. Preferí ignorar mi intuición de su uso y solo me dediqué a vestirme con rapidez. Me puse mi vestido color vino con unos tacones negros, arreglé mi corto cabello que ahora no hacía falta peinarlo con tanto esmero y me puse un poco de maquillaje. Me observé por el reflejo de la ventana y me sentía a gusto, me agradaba mi nueva apariencia, aunque también evocaba algunos recuerdos. A mamá le daría un infarto. Si me quitaba el maquillaje y me vestía con ropa de hombre era la clara imagen de Elliot en este momento.

Sentí que tocaban la puerta y la voz de Azael me trajo de vuelta a la realidad. Me acerqué para abrirle y al momento de hacerlo una sonrisa se formó en sus labios.

—Sabía que ese vestido era el correcto. Te ves hermosa, Ellie.

—Gracias —le devuelvo la sonrisa agradecida—. Ahora, recuérdame por qué hago esto.

Comienzo a tirar de mi vestido intentando disimular, ya que ahora me parecía demasiado corto y eso me incomoda.

—Eh... porque es mi cumpleaños y te invité —responde con obviedad.

—A mi recuérdame que si algo sale mal hoy, te golpearé —acusa Jonny por el otro lado.

A decir verdad, aunque Azael se haya prácticamente aprovechado de nosotros, a Jonny le sentaba de maravilla su nuevo cambio; traía el cabello despeinado, una sudadera azul que se ajustaba a su delgado cuerpo, encima una chaqueta de mezclilla, unos jeans negros y zapatillas de vestir. Sin duda alguna el chico tímido parecía ser la pareja perfecta para cualquier chica de esta fiesta.