Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓

6. Azael, un nuevo aliado

Después de la clase de física, las duchas del internado se encontraban aglomeradas de chicos sudorosos y semidesnudos; algunos solo llevaban bóxer puesto, otros, solo toallas y rogaba por no encontrarme a alguien completamente desnudo.

La hora de la cena, fue el momento de más aglomeración; estudiantes de diferentes cursos estaban a la espera de su comida, la cual llegó de la manera más servicial que pude apreciar en mi vida. Como era un colegio de gran prestigio tenía su propio personal de cocina y de aseo, mencionando que también eran hombres, con la excepción de Margaret; una mujer de mediana edad, de cabello rojizo y con un agradable humor para compartir con un montón de chicos alborotados y desordenados.

Después de un rato estrechamente incomodo, me encontraba sentada en el sofá de la sala de videojuegos. A mi lado estaba Jonny junto a otro chico con fisonomía de intelectual que, al igual que él, usaba anteojos, solo que más pequeños, cabello rojizo, piel pálida que le hacía resaltar sus pecas por todo el rostro. Ambos tenían en sus manos de manera tensa en el control de videojuegos y sus ojos estaban puestos —con suma concentración— a la pantalla del televisor.

No recuerdo lo que estaban jugando y aunque esperaba ansiosa mi turno, ya que en los videojuegos si era buena, mi atención se encontraba al otro lado del marco de madera que me conducía a otra sala, seguramente el sitio de los chicos populares, ahí se encontraba William, junto a un montón de otros chicos con aspecto de superioridad.

—Ben...

La voz de una chica me distrajo de mis divagaciones.

Esperen, ¡¿una chica?!

Me gire a su dirección para comprobarlo con mis propios ojos. Me encontré con el rostro pálido y risueño de una pelirroja, quien se encontraba en el marco de la puerta con una bandeja —con galletas— en sus manos.

Mi incredulidad y desconcierto me abrumo de sobremanera.

—Ben —volvió a llamar, captando la atención del chico pelirrojo que estaba al lado de Jonny—, mamá dice que vayas ayudarle.

El chico dio un resoplido y se levantó de su asiento, para luego dirigirse a la cocina. Mientras que la chica continuaba ahí, observando; movía su pie con nerviosismo y parecía estar debatiéndose en hablar o marcharse. Sin embargo, no podía dejar de lado como sus ojos estaban puestos sobre Jonny, quien ni siquiera hacia reparos de su presencia.

—Hola, Jonny —dijo, intentando llamar su atención. Mi amigo le sonrió limitándose a hablar—. Traje galletas, mamá las hizo, pero yo ayude un poco.

Jonny continuaba con sus ojos puesto en la pantalla de videojuegos. ¿Acaso yo era la única que se daba cuenta de la situación?. Golpee su brazo y carraspee, lo cual dio resultado, ya que el chico pareció reaccionar de inmediato.

—Ah, lo siento Grace, gracias —respondió Jonny con voz afable. Ella sonrió con timidez y luego se dirigió a la puerta.

Una vez que se fue, no pude evitar mi curiosidad de que hubiera una chica en este colegio, me acerqué sigilosa a mi amigo para aclarar mis dudas.