—¿Por qué me has llamado?
—Necesito un consejo.
—Está bien, cuéntame —Claire apoya ambos codos sobre la mesa, mirándome fijamente— ¿En qué problema te has metido esta vez?
—Primero que nada, lo siento por hacerte madrugar.
Es imposible decir que anoche si pude conciliar el sueño porque no fue así, no pude pegar un ojo en toda la noche. Una serie de interrogativas me abrumaba y más aún, la confesión de Danniel, parecía mentira lo que había dicho. Esta mañana tuve que mojarme el rostro repetidas veces —con abundante agua— para creer que era cierto.
Luego llame a Claire, su voz adormilada me respondió de inmediato y fue entonces cuando la cité a esta cafetería, que con suerte estaba abierta a estas horas. Aunque ahora, teniendo en frente a mi mejor amiga, dispuesta a escucharme, no sabía ni por dónde empezar.
—Estoy metida en un gran lío —reconozco, mirándola con temor.
—¿Cuándo no lo has estado? —pregunta sarcástica.
—Así no me ayudas.
—Entonces cuéntame que pasó, pero quiero saber toda la historia; con lujos y detalles.
Claire me mira atenta y curiosa, mientras da un gran sorbo a su taza de café.
Comienzo a relatarle los hechos, tal como me pidió; con detalles. Cada vez que lo hago la observo sigilosa, pero ella ni siquiera se inmuta, solo se dedica a asentir cada vez que hago alguna pausa. Una vez que termino vuelo a mirarla esperando a su respuesta.
Pasan unos segundos en que ella parece analizar la situación y luego abre la boca para hablar—: ¿Por qué no te vas de ahí? —pregunta, enarcando una ceja.
—Créeme, fue lo primero que pensé, pero William me puso entre la espada y la pared. Aunque me fuera, él se encargaría de avisar a su padre a tiempo.
—¡Que desgraciado! —exclama molesta.
—Lo es, no entiendo como alguna vez me fijé en él.
—No es por nada, pero yo desde un principio le eché el ojo al otro papucho de ojos azules para ti.
—Créeme, para mí nunca fue una opción —aseguro.
Los ojos de Claire me observan con suspicacia, como si intentara sacarme información con solo mirarme.
—¿Te puedo hacer una pregunta? —Cuestiona, a lo cual siento de inmediato—. ¿Qué piensas de Danniel?
La observo desconcertada y al mismo tiempo siento un ardor subir por mis mejillas. Inmediatamente llevo mi taza de café a mi boca intentado ocultarme detrás de ella.
—¿A qué viene esa pregunta?
—Es necesario saberlo, porque si tu respuesta es que lo odias, entonces no le des más vueltas al asunto y actúa, pero si tu respuesta es que ya no lo odias, ahí cambia el asunto y debemos pensar en algo mas —sus ojos saltones me presionan como si intentara sacarme respuestas a la fuerza—, ¿y bien?
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Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓
Teen FictionSer idéntico a alguien trae sus propios beneficios. Ellie lo descubrió cuando se hizo pasar por su hermano mellizo quien, debido a un accidente automovilístico quedó en estado de coma permanente, teóricamente lo hizo para salvarle el futuro cuando n...