Habían pasado tres semanas desde que había vuelto a casa. Después de mi expulsión en el New Center, junto a mamá decidimos complacer al director Nickolas y nos presentamos en su oficina al día siguiente. Ella mantuvo la calma por mucho tiempo, mientras que yo me encontraba fastidiada de escucharlo reprenderme como si se tratase de mi padre.
A fin de cuentas no hizo pública la noticia de que en su colegio de había inmiscuido una chica, no, claro que no, él quería resguardar el prestigio de su colegio y para ello, aconsejo a sus estudiantes de que el asunto ya estaba zanjado y no debía mencionarse con nadie. Bueno, al menos eso fue lo que me dijo Jonny y Azael.
En cuanto a mí, no me dejo ir así sin más, obviamente quedó registrado en mi historial estudiantil mi comportamiento y mis faltas a cumplir las normas de un colegio. Un hecho, que me perjudicaría para poder reingresar a otro establecimiento. Por tanto, me mantuve en casa. Mi madre insistía en que debía intentar volver a mi colegio antiguo, ya que ahí las reglas no eran tan rigurosas y el director era muy gentil, sin embargo, yo me negaba porque quería cuidar de Elliot.
Mis primeros días transcurrieron de manera agotadora. Acompañe a mamá y a Elliot a sus citas constantes con el médico. Estaba en rehabilitación y el progreso que estaba teniendo era muy notorio en cuanto a su voz, ya podía oírlo. Los primeros días fueron con dificultades y lentitud, pero ahora lo escuchaba como aquellos días en que me fastidiaba, y eso me hacía muy feliz.
Tomé un rol de enfermera cuidándolo en casa. De hecho descubrí una extraña curiosidad y entusiasmo por la medicina, algo que antes ni siquiera había pasado por mi mente.
Yo era feliz estando a su lado acompañándolo, pero él parecía estar aburrido de mí, su rostro lo delataba. Pero no era algo que me molestara, menos ahora, que justamente me encontraba contándole algunos de mis momentos que viví en el New Center.
Él me escuchaba atento—. ¿Así que me conseguiste más de un enemigo? —preguntó enarcando una ceja.
—No te preocupes, no tendrás que lidiar con ello. —Respondí orgullosa, mientras me dedicaba a doblar la ropa.
—¿Hay algo bueno que hayas hecho con mi nombre? —preguntó esta vez riendo.
Guarde silencio intentando recordar—. Hice buenos amigos.
—Parece que el colegio te termino gustando más que a mí —comentó, observándome con diversión en su rostro.
—No digas eso. —Digo señalándolo con mi dedo índice—. Fue de lo peor, todos eran unos prejuiciosos y arrogantes; los estudiantes, los profesores, hay algunas excepciones, pero casi todos. No entiendo como alguna vez quisiste entrar ahí.
—¿Y ese chico Danniel también?
Al escucharlo pronunciar su nombre, fruncí el ceño molesta.
—¡Él era el peor de todos! —Afirmé de inmediato—. Pero no quiero hablar ni escuchar su nombre ahora.
—¿Por qué? aun no te ha llamado.
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Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓
Teen FictionSer idéntico a alguien trae sus propios beneficios. Ellie lo descubrió cuando se hizo pasar por su hermano mellizo quien, debido a un accidente automovilístico quedó en estado de coma permanente, teóricamente lo hizo para salvarle el futuro cuando n...