24. La propuesta de William

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—Lo he estado pensando —dice con la vista fija en la carretera

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—Lo he estado pensando —dice con la vista fija en la carretera.

—¿Qué cosa?

Llevábamos un buen tiempo en silencio, manteniendo la distancia del contacto visual y además, la precaución de decir cualquier comentario que al otro pudiera molestarle. Bueno, eso fue después de haber discutido casi la mayor parte del camino, ¿la razón? No tenía idea, pero el caso era que Danniel siempre lograba hacerme enojar y ya no era algo nuevo.

—¿Qué te parece una tregua? —propone—. Yo no volveré a meterme contigo y tú tampoco conmigo.

Lo analizo dudosa—. ¿Por qué debería creerte?

—Cumpliré mi palabra. Incluso puedo ayudarte para que nadie se meta contigo, ni siquiera Milson.

—¿Por qué harías eso?

—Porque empiezas agradarme —responde sin más. Mientras que su comentario me deja confusa.

—¿Te encuentras bien? —Cuestiono—, ¿te estas oyendo, Danniel?

Él suelta un pequeña carcajada ante mi pregunta.

—Parece que la que no está oyendo eres tú. Te propongo un trato, intentemos llevarnos bien, ¿quién sabe? quizás lleguemos a ser amigos.

La forma en la que hablaba me parecía convincente; su semblante estaba serio, ni un ápice de burla había en él. Estaba ensimismada, intentaba asimilar lo que había salido de su boca y no me di cuenta que ya habíamos llegado a la entrada del New Center.

Intente abrir la puerta, pero estaba con seguro, también intente sacarlo, luego me percaté de que Danniel estaba manipulando la puerta, incluso una sonrisa divertida se dibujó en su boca.

—Esto no es gracioso. Abre la puerta. —Pedí frunciendo el ceño.

—Lo haré. Pero primero quiero oír tu respuesta.

Lo observo una última vez con suma atención, intentando buscar algún indicio de mentira o burla en sus ojos, mas no encontré nada. Seguía serio y expectante a mi respuesta.

—Lo consultaré con la almohada. Esto requiere de tiempo y más, para creerte específicamente a ti.

—Me conformo con que lo vayas a pensar.

—Bien. Ahora abre la puerta.

Y lo hizo. En cuanto me baje volví a mirarlo.

—De nuevo, gracias por traerme.

—No hay de que.

***

No recuerdo haber escuchado llegar a Jonny anoche. Estaba tan cansada que apenas me dio tiempo de ir a comer algo antes de ir a dormir, y tampoco me acorde en hacer la alarma.

Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora