Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓

21. Regreso a casa

Si el día había transcurrido de manera agobiante, durante la noche fue peor. Se me hacía difícil conciliar el sueño. Daba vueltas de un lado a otro; sentía calor y me quitaba las frazadas, luego sentía frio y volvía abrigarme.

Mis pensamientos se entrometían en mi cerebro, obligándome a debatir la decisión de volver a casa. Mañana era fin de semana y la oportunidad de regresar con mamá se hacía más deseable y acogedora. Mis ánimos por permanecer dentro de este colegio se esfumaban del mismo modo en que llegué.

Quería mi vida de regreso, volver a ser yo misma, renunciar a todo aunque no tuviera mucho que aportar con mi escaza inteligencia, aunque lo único que hiciera bien sea apoyar a mamá con los deberes de la casa.

¿Debería volver y abandonar todo?

Pero... ¿Dónde queda Elliot? ¿Dónde quedarían sus sueños, sus metas y su futuro?

—¿Estas despierta? —Escucho la voz somnolienta de Jonny—, ¿qué hora es? —Pregunta tomando con dificultad su reloj de mano—. Son las tres de madrugada, Ellie, ¿qué haces despierta?

—¿Crees que la familia es lo más importante? —cuestiono ignorando su pregunta anterior.

Jonny guarda silencio por unos segundos y, aunque la habitación estaba oscura podía sentir su mirada sobre mí.

—Bueno, la verdad creo que si —responde—. La familia es como un soporte de estabilidad. Personalmente, aunque mis padres siempre quieran influir en mis decisiones y yo quiera llevarle la contra, siempre pienso en ellos antes de hacerlo, pienso en que no quiero decepcionarlo, ni tampoco fallarles. —Confiesa despacio—. Aunque hay veces que pienso que eso es ser egoísta con uno mismo, es decir, uno quiere que ellos sean felices pero, ¿dónde quedamos nosotros? ¿Acaso no tenemos derecho a ser felices, a decidir?

Lo escucho con atención y un impulso de querer salir de mi cama para abrazarlo me inunda por completo, pero luego me contengo. Me giro a su dirección intentando localizarlo aun en medio de la oscuridad.

—Tienes razón —le digo—, y te admiro Jonny, eres muy valiente aunque no lo demuestres. Espero que sepas que siempre te apoyare en lo que hagas o decidas —le aseguro sonriendo aun si no puede verme.

—Lo sé, eres la primera amiga que he tenido en mi vida, de hecho nunca había tenido amigos —confiesa.

—Y siempre me tendrás. Espero que cuando me vaya de este colegio no perdamos el contacto.

—¿Por qué dices eso?, ¿qué pretendes, Ellie?

—Por ahora no pretendo nada alarmante, pero he decidido que mañana volveré a casa para solucionar las cosas con mamá.

—¿Estas segura de eso?

—Muy segura.

***