7. Una mala conquista

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La música y el alcohol podían ser la mezcla perfecta para sacar a relucir una personalidad que se mantenía oculta, disfrazada por unos anteojos grandes y un rostro que denotaba timidez

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La música y el alcohol podían ser la mezcla perfecta para sacar a relucir una personalidad que se mantenía oculta, disfrazada por unos anteojos grandes y un rostro que denotaba timidez.

Jonny iba en su sexta copa de tequila. La primera la bebió con una mueca de asco, pero ahora se esmeraba en aprovechar hasta la última gota de alcohol. Me estaba comenzando a preocupar por Azael, su amabilidad estaba sobrepasando los límites, ya que se encargaba de pagarle todos y cada uno de los vasos que bebía Jonny.

—¡HAY QUE IR A BAILAR!. ¡ELLIOT YO QUIERO BAILAR! —me gritó Jonny con desesperación.

—No pretenderás bailar conmigo —enarqué una ceja con diversión—. Ármate de valor y búscate a una chica.

—¡NO! —Repuso, haciendo un berrinche como si se tratase de un niño pequeño—. Nunca en mi vida he hablado con una chica. Ni siquiera sé si tengo que saludar antes de invitarla o preguntarle su nombre.

Azael comenzó a reír abiertamente, me desconcertó por un momento, luego igual le seguí el juego. Me enternecía que Jonny fuera tan tímido, pero en realidad fue más porque la risa de Azael era contagiosa.

—Este chico me cae bien —comentó el moreno—. Amigo —se dirigió a Jonny, envolviendo su brazo por encima de sus hombros—, te gustan las matemáticas ¿verdad? —él asintió inconscientemente—. Bien, entonces, tú cuando resuelves un problema matemático, ¿por dónde empiezas?

—¿Por identificarlo? —preguntó Jonny dudoso.

—Exacto, correcto, primero debes identificar a la chica —sujeto a Jonny haciéndolo girar, obligándolo a que mirara a las chicas que bailaban en la pista—, después ¿qué hacemos?

—Aplicar las operaciones —continuó Jonny entusiasmado.

Me sorprendió que aun en su ebriedad, fuera capaz de reflexionar y pensar con lógica.

—¡Perfecto!. ¡Ahora debes aplicar las operaciones de conquista!, ¿cuál de esas chicas te llama la atención? —le preguntó Azael.

El chico, incrédulo comenzó a escudriñar cuidadosamente a todas las chicas que aparecían en su campo de visión. Abrió sus ojos con asombro cuando estos, dieron con una chica rubia; llevaba un vestido azul que se le ajustaba perfectamente a su cuerpo esbelto y, que con suerte le cubría el trasero. Obviamente era una imagen agradable a los ojos de cualquier hombre, inclusive Azael quedó perplejo.

—¡Bien, buena elección! ¡Así me gusta, que te arriesgues! —lo animó el moreno.

Jonny se sonrojo dramáticamente, pero el alcohol le daba la valentía suficiente como para cometer esa locura, porque lo era, una verdadera locura.

—¿A qué esperas? —lo empujo Azael con fuerza, provocando que este perdiera el equilibrio con facilidad.

No pude evitar sonreír al verlo ir con decisión y pasos torpes hacia la chica rubia que estaba cerca de la barra. Desde un principio, ese fue mi objetivo, quería que Jonny sacara el coraje de actuar, sin pensar en las consecuencias.

Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora