Fingiendo ser una de ellos [Completa] ✓

29. Una noticia inesperada

Los rumores se esparcen con rapidez. Esas noticias que provocan revolución y curiosidad por los oyentes, quienes incitan a que muchas personas posen sus prejuiciosos ojos sobre una persona cuando ella, se convierte en el centro de atención por algún motivo en especial.

Si se lo preguntan, pues sí. Estoy hablando de mí, pero no de mi secreto específicamente, sino más bien de una foto, la cual fue tomada hace unas semanas atrás cuando Danniel y yo estábamos en la cocina en una posición que dejaba mucho a la imaginación. Esa fotografía estaba circulando por todo el internado. Muchos la tenían en su poder y ya habían creado sus propias especulaciones. El razonamiento más comentado, era que Danniel y yo éramos gay.

Eso no me molestaba demasiado, pero sospechaba que solo era el comienzo de la venganza de William para hacerme caer.

Ya era de noche y me encontraba en mi habitación, escondida de todas las miradas de los chicos, porque no quería ser tema de conversación para nadie. Danniel no se encontraba, dijo que iría hablar con su madre porque volvió a insistir, por lo tanto, aun no sabía de la fama que le estaba esperando.

—William es un desgraciado —comentó Azael, observando la foto detalladamente.

—¿Qué se supone que harás ahora? —preguntó esta vez Jonny.

—No tengo ni la menor idea —respondí.

—Es probable que esta foto llegue al director —me advirtió Jonny.

Di una gran bocanada de aire, cansada, muy cansada de toda esta situación y con todas las ganas de dejar todo botado e irme a casa.

—Dejemos de hablar de mi pésima suerte —dije agobiada—, mejor cuéntenme algo más divertido.

—¿Cómo qué? —preguntó Jonny.

—Como por ejemplo, de las citas que has estado teniendo con Grace y que no nos has contado porque eres un mal amigo —lo reprocho Azael.

—¡¿Tuviste una cita con Grace?! —pregunté eufórica, reincorporando de inmediato en la cama para mirarlo con más atención.

—No fue una cita —se defendió Jonny, sonrojándose—, ella... me pidió que le ayudara a arreglar su computadora y lo hice. Solo fue un favor.

—Ah, ¿y solo eso? Porque yo los vi muy animosos tomándose un cafecito, casi se comían con los ojos —volvió atacar Azael mirándome, asegurándome de que era cierto.

—No lo abrumes, Azael —le reprendí al ver que el pobre Jonny estaba más sonrojado que antes.

—Yo no le gusto —dijo despacio.

—Jonny, no te quiero presionar, pero es muy evidente en cómo te mira, ¿por qué no lo quieres aceptar? —cuestioné.

—Porque ella es linda, tiene muchas opciones en este colegio, ¿por qué se fijaría justamente en mí? —preguntó, levantando un poco el volumen de su voz.