𝑃𝑠𝑦𝑐ℎ𝑜 - 𝐽𝑜ℎ𝑛𝑡𝑒𝑛

-1!

Sé que no está bien..

Sé que tarde o temprano todo ésto debe de cambiar..

Sé que debo de dejar de ser la perrita de todos..

Pero es la única manera en la que sacaré a Hendery adelante... Por el momento..

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Llegué de mi "trabajo" algo exhausto, hoy fueron demasiadas personas que pagaron por mi, me duele el puto ano de tantas personas que entraron allí, mierda...

Debía retirarme de allí rápido..

- ¡Tennie! - Mi pequeño hermano Hendery corrió a mis brazos después de todo un día con su niñera - ¡Hoy me leí un libro entero con Yuju Noona! ¿Puedes creer eso? - su entusiasmo era notable en su voz - ¡Noona me dijo que mi pronunciación mejoró mucho! - su sonrisa me traía paz y felicidad, tanta que me olvidé del dolor en mi culo por un momento, él era mi pequeño Hendery.. - quiero helado.. De chocolate - lo miré y éste tenía su mirada en mis zapatos sucios - tengo muchas ganas de comer un poco.. - sonreí y miré a Yuju quién me miraba con ilusión, ella hace mucho desea que renuncie a aquel lugar, pero en toda puta parte rechazan mi hoja de vida sólo por ser alguien "sin experiencia" Ya me gradué hace cuatro años, ¿qué más sé necesita para ser "un experto"?

- ¿lo compras tú? No creo poder caminar de aquí a la tienda... - Yuna miró el dinero en mis manos y asintió tomándolo - Gracias.

- Cuando llegue vamos a hablar ¿entendiste? - yo asentí y ella se fue del apartamento, caminé al sofá y Dery sé sentó a mi lado con un cuaderno en sus manos.

-Enseñame a dibujar un León muy grande! - alargó la "U" Extendiendo sus manos en el aire hacia los lados.

- Bien pero, ¿por qué no mañana? Tu hermanito está algo cansado pequeño - él hizo un pucherito con sus labios y se llevó su cuaderno a su mesita de estudio, en el lugar en el que hace sus tareas de la escuela y Lee libros con Yuna, Dery volvió a mi lado con una pista de autos de juguete, ese juguete se lo dí en Navidad del año pasado, a veces me sorprende lo conservador que puede ser con algunos objetos - ¿vas a jugar sólo? ¿Por qué no esperas a Yuju? - le pregunté.

- Quiero jugar contigo, hace mucho tiempo no jugamos carritos - él seguía poniéndo la pista pieza por pieza en el suelo frente a mis pies ya desnudos, y él tenía razón, el trabajo que tengo sólo me limita y me reduce tiempo, si alguien me quiere, me tiene, si yo quiero algo, no puedo tenerlo. Me senté en el suelo junto a Dery, mi entrada anal ardía como el puto infierno pero, era Hendery, me sacaría un pulmón si fuese por él.

- ¿Ya conoces las reglas del juego? - negué emitiendo un sonido de mi garganta - Tu auto es el azul y el mio el negro, primero los tenemos que poner en la cima de la montaña de fuego, luego tenemos que soltar el carrito y debemos de evitar que el dragón se coma los carritos, ¿entiendes? - asentí y éste puso ambos autos en la cima - ven aquí, me llevó con su mano detrás de toda la pista, allí habían 2 botones que impulsaban los autos - a la cuenta de 3 los pulsamos, ¿listo? - yo asentí.

Ambos comenzamos la cuenta regresiva juntos..

3...2...¡1!

Los miniautos comenzaron su recorrido por la pequeña pista de plástico, Hendery gritaba cada vez que su auto pasaba frente el dragón, el primer auto en salir de la pista gana.

Ambos estabamos apoyando al carrito correspondiente de cada uno como si éste fuese a escucharnos, era divertido estar con mi pequeño renacuajo haciéndo éste tipo de actividades, era lindo verle gritar, saltar, correr en círculos por la pista, sólo por qué la emoción lo consumía. Gané varias veces y él ganó varias veces igual, nunca llevamos cuenta de nada entonces decidimos quedar en un empate.

-Dery, ¿mañana quieres salir con tu hermanito al parque después de clase? - le pregunté y éste asintió emocionado - bien, mañana será un lindo día de hermanos - éste salió corriendo a mis brazos, amo tanto a éste pequeño, que daría mi vida por él..

-¡Dios! - se escuchó de la puerta una muy mojada Yuju - ¡ni se les ocurra salir! - ella llegó donde nosotros con un tarro de helado de chocolate que Hendery recibió con sus brazos abiertos.

-¿y a tí que te pasó? - me burlé mirándola de pies a cabeza - ¿te tiraron un balde de agua encima?.

-¿No escuchas el agua Chittaphon? ¡Está lloviendo! - ella escurrió su camisa en el lavadero - iré a cambiarme..

-¿Lloviendo? - pregunté mirándola y ésta asintió - ¡Mierda! ¡La ropa!

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