"𝑾𝒉𝒆𝒏 𝒕𝒘𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒆𝒅 𝒔𝒐𝒖𝒍𝒔 𝒎𝒆𝒆𝒕, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒊𝒔 𝒇𝒆𝒍𝒕 𝒐𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒊𝒓."
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One-shots en los que se evidencia una relación Conway × Volkov porque, hay muy pocas historias para este ship tan hermoso.
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–Joder, si que ha pasado tiempo.– Un susurró enternecido se escapó de los labios del soviético, más para si mismo que otra cosa.
Se había pasado todo el día observando el álbum de fotos que compartían, miles de recuerdos albergaban ahí pero, el más importante era el de la quinta foto del álbum: su primera cita como pareja oficial de Jack Conway. Recuerda a la perfección como aquel día su superior lo arrastró obligado hacia un sitio desconocido y sin saber como terminaron en las montañas del Norte, mirando las estrellas entre algunos tragos, confesiones sinceras y palabras tiernas que eran profesadas en la oscuridad, misma oscuridad que era cómplice al guardar para ella los sonrojos de los dos hombres.
–¿Viktor?– Escuchó la voz somñolienta del mayor, llamándolo desde la habitación que compartieron la noche anterior.
–¿Vik? ¿Qué haces levantado tan temprano?– El ruso dirigió su mirada al americano, esperando quizá algo más, con una mirada anhelante que Jack no sabía descubrir.
–Oh, nada, solo... Estaba recordando.– ¿Jack había olvidado su aniversario? Su bajón de ánimo se pudo notar en su voz, las inseguridades que siempre estuvieron presente en su vida pero que el moreno podía disipar volvieron a surgir en su interior.
–¿Te pasa algo? Te noto extraño.– El pelinegro le ofreció una de sus manos para ayudarle a levantarse, cosa que no dudó en hacer.
–Que va, estaba pensando en el operativo de la semana que viene, está complicada la cosa.– Evadió el tema con una obvia mentira. Quizá no debía darle tanta importancia, después de todo, Jack no era una persona muy detallista.
–No te comas el coco en vano con eso, ya verás como todo sale bien.– Envolvió al peliblanco entre sus brazos y beso su cuello con delicadeza, devolviéndole la sonrisa al comisario por un instante.
–Jack... ¿Vendrás a cenar hoy? Sabes, quería distraerme un poco, salir, hacer algo.– El soviético le miró mientras se acurrucaba un poco en su pecho.
–No se, lo veo complicado hoy. Michelle me citó en el CNI y tengo que hacer algo con Trucazo, me pasaré toda la mañana y tarde en comisaría y por la noche estaré en las oficinas del CNI.– Bien, si ya de por sí le causaba un dolor en su corazón él hecho de que Conway se hubiese olvidado de su aniversario, ni siquiera le había dado la oportunidad de montarle algo.
–Vale, está bien... Si puedes, trata de llegar antes de las nueve ¿Si?– Jack frunció el ceño algo confundido. Sabía que no iba a ser capaz de llegar antes de esa hora, su trabajo no era fácil y no entendía porqué a Viktor le había dado el ataque de salir justo hoy.
–Bien, me voy a trabajar. La panda de anormales que tenemos como malla podrían hacer volar la ciudad por los aires y no me la quiero jugar. ¿Estarás de servicio?– El menor de los dos negó, la despedida entre los dos se hizo presente, dejando a un platinado entristecido y con una sonrisa nostálgica y a un azabache confundido por la mirada que su novio le había dedicado antes de abandonar el edificio.