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Especial San Valentín atrasado

Casi tres semanas de exámenes intensos, entrenamientos y vida universitaria llevaban.

Vivían juntos, con el hermano de Keith y el mejor amigo de Lance, y todos juntos en el mismo sitio..., que no, que les daba corte hacerlo y encima con el tener que estudiar nadie salía del piso.

Joder que podían ir a la biblioteca, pero como estaba algo lejos y no se concentraban del todo, no les merecía la pena, era mejor estudiar en casa todos juntitos.

El único que faltaba a veces era Shiro, que iba a ver a su chico, Hunk a veces a un café con Shay, pero poco más joder, y se tenían unas ganas que alucinas.

-A ver, ¿dónde dices que me vas a llevar?,_la sonrisita boba de Lance se veía desde todo el sistema solar.

Que esa mañana los alumnos de último curso habían estado repartiendo los encargos de san Valentín, y Keith le había comprado una de esas piruletas con forma de corazón y un ramo de rosas rojas y suaves como el terciopelo, que además olían genial.

Y si, obviamente Lance también le hizo un encargo a Keith, que le llegó la entrega en mitad de un entrenamiento y el cachondeo fue grande, que era tímido y se sonrojaba.

-Es secreto,_le respondió el azabache, que se merecían unas mini vacaciones y él trabajaba a media jornada por algo.

-Pero dame una pista,_le pidió, terminando de hacerle una trenza, que en ese entonces Keith tenía el pelito largo, por debajo de los hombros.

-Que no, no has dado el coñazo con una sorpresa, pues ahora te aguantas,_el azabache no se quejaba por algún que otro tirón, se dejaba hacer y aguantaba la tontería ñoña de Lance.

-Vale,_le respondió de morros el cubanito, alargando las vocales y en tono cansino,_¿ni una pista?,_volvió a insistir, porque Keith era cabezota, pero Lance era un terco.

-Te va a gustar, esa es tu pista, tanto si te gusta como si no,_Keith ataba terminando de ordenar todos los apuntes en su escritorio, que cada quien estudiaba en su cuarto, aunque a veces lo hacían juntos.

-Tus pistas son peores que tu mullet,_le respondió para recibir un besito en la mejilla. 

Pasaron horas, horas en las que Lance recibió información a cuenta gotas, literalmente su chico había preparado una maleta con ropa para los dos.

Que Keith terminó su última clase horas antes que él, y lo tenia todo calculado, para que el cubanito no se enterase de total, completa y absolutamente nada.

-Venga, tonto, súbete en el coche, que nos vamos a ir de paseo,_le dio un besito y le abrió la puerta del copiloto.

-Que si, pero a ver a dónde me llevas, que me fio de ti,_le dijo con una sonrisa, que Keith era un romántico, cuando le daba la gana.

Y ahí estaba Lance, con una sonrisa, el cinturón puesto y observando el paisaje, que habían salido de la ciudad y se habían metido en uno de esos caminos perdidos, esos que su chico conocía muy bien, que los tenía investigado.

-No, te, creo, ¿enserio vamos ahí?,_que se iba a infartar, que eso saliera de su chico.., que era raro de cojones.

-Que sí, lo descubrí en una ruta con Cosmo, en una subida de montaña, me metí sin querer en parte de sus terrenos, no tienen puesta ni barrera ni cartel por partes no accesibles fácilmente, no me denunciaron ni nada, me eché unas risas con la dueña y me dijo que cuando quisiera me pasase, pensé que te gustaría,_el ojivioleta miraba al que era su novio, cogió las maletas y lo miró con preocupación.

Klance OneShots Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora