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Continuación cap 19

En una nube, así iba Lance a casa, de muy buen humor, canturreando algo en español y con una sonrisa de oreja a oreja.

Joder con Keith, que era tímido, calladito con el resto del universo, que se sonrojaba con muy poco, y lo había llevado al cielo de la forma más simple.

Al puñetero cielo con el simple roce de sus labios contra los suyos.

Keith por su parte terminó durmiendo en el cuarto de su hermana, porque Romelle quería saberlo todo, total, completa y absolutamente todo.

Y entre quedadas y algo más de roces de labios pasaron el verano, pero no llegaron nunca mucho más allá de un beso o un piquito, que iban poco a poco y sin prisas.

-Keith, Keith, Keith,_la rubia seguía aporreando la puerta del cuarto de su hermano mayor, con insistencia, sin importar que aún tuvieran tiempo de sobra.

-Ya voy, relájate, aún es muy pronto,_el azabache abrió la puerta, con su pijama puesto y Cosmo detrás de él.

-¡Papá, Keith está sin vestir, llegaremos tarde!,_la ojirrosa salió disparada a las escaleras a dar el pequeño chivatazo.

-Romelle, hija, deja a tu hermano, tiene tiempo aún para prepararse, ¡Keith, ponte bien el uniforme!,_le gritó, que lo conocía y aunque le jodiera, la camisa iba por dentro.

-Qué pesados sois y qué energía tenéis,_el azabache se quejó pero obedeció.

Una ducha rápida el uniforme puesto y el pelito recogido, bajo con Cosmo detrás a desayunar, que la peque había crecido algo, pero seguía los pasos de su dueño muy de cerca.

-Bueno, os acercaré hoy, por ser el primer día, a la salida os recoge Mina, nuestra chofer, intentaré comer o cenar en casa, aunque puede que no os vea hasta el desayuno,_eso se lo tuvo que decir muy apenado, que eso de ser papá le estaba gustando, adoraba a sus dos niños maravillosos, que gracias a ellos su vida estaba siendo plena del todo.

-No pasa nada, papá,_Keith dijo eso casual, que cada vez lo llamaba así con más frecuencia y naturalidad.

-Estaremos bien,_le aseguró la rubia, con una de esas sonrisas dulces antes de darle un beso en la mejilla, que con ese gesto Kolivan se derretía.

El viaje en coche fue tranquilo, relajado dentro de los nervios del primer día y el estar rodeados por primera vez de tanta gente de su misma edad, Keith había prometido cumplir las normas y portarse bien y Romelle le aseguró a su padre que lo vigilaría.

La institución era enorme e iban a empezar con pruebas de control de nivel, en base a esas pruebas serían clasificados en una clase u otra.

-¡Es enorme!,_Romelle tragó duro, iba cogidita al brazo de Keith.

-Tranquila, si te hacen o te dicen alguna tontería, ya sabes que me lo tienes que decir, ¿vale?,_la menor asintió, y respiro profundo cuando se tuvo que separar de su hermano mayor, que por ella seguiría enganchadita a él.

Lance por su parte llegaba tarde, para variar, aunque Keith igualmente lo esperó cerca de la entrada, su misión principal era que Romy fuera una chica responsable, él era otra historia.

Además los salones para su prueba estaban al lado de la entrada, su hermanita se tuvo que recorrer media institución.

-Por los pelos,_el cubanito suspiró,_buenos días,_le dijo, muerto de vergüenza porque todos lo miraban, y murmuraban cosas y le aterraba lo que pudieran llegar a decir.

-Buenos días, tardón, ya he llevado a mi hermana a su clase para el examen,_el azabache le sonrió,_no te quedes pasmado, vamos,_como si nada el de tez clarita le cogió la mano y lo arrastro dentro del edificio, escuchando murmullos a los que no le prestaba la atención.

Klance OneShots Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora