Klance OneShots Temporada 2

🪐18🪐

Esa noche era fría, helaba, el vapor de su respiración era blanco y puro, contrastando con la suciedad que lo rodeaba y la oscuridad de la noche.

-Keith, ven a dormir, hace mucho frío,_Romelle se abrazó al que consideraba su hermano mayor y protector.

Ambos huyeron de un orfanato cuando tenían 13 y 15 años, edad en la que Keith podía trabajar y cuidarla, pero sin papeles las cosas no iban a serles fáciles.

Aunque en el orfanato tampoco eran felices, abusos, gritos, palizas, en cuanto uno de los supervisores empezó a tocar a Romelle y a mirarla más de la cuenta Keith decidió que debían de salir de allí.

-Voy, ¿has preparado la cama?,_la chica de ojos rosados asintió,_conseguí dos mantas gruesas nuevas, Cosmo da calorcito, no vas a pasar frío,_la abrazó y se dirigió con ella a su escondite y el de más personas que vivían en la calle a las sombras.

Por suerte la comunidad de la calle se respetaba, había zonas peores y mejores, pero los adictos y vendedores de adictivos se movían por otras zonas de la ciudad, no por zonas rodeadas de gente.

Keith y Romelle vivían en el sótano de una casa abandonada, un par de calles alejada del ajetreo de la periferia habitable. Todos ahí eran pobres, por un motivo u otro, convivían en armonía y no había disputa si no la buscabas.

-Mañana es la competición,_la rubia suspiró,_¿de verdad quieres probar?,_le preguntó, haciendo trenzas en algunos mechones rebeldes del que consideraba su hermano mayor.

-Si, quiero probar, porque si consigo ganar por algún milagro, el rico aburrido que lo hace te cumple un deseo, nos vendría bien,_le respondió.

-¿Qué le pedirás?,_le preguntó con curiosidad.

-Bueno, ganando obtienes dinero, aún no han fijado cuánto, pero el año pasado fueron casi 230 de los grandes,_la rubia adoraba escuchar esa historia, una y mil veces,_así que le pediría un par de becas universitarias, sabemos gestionar poco dinero, y con las becas y ese pastizal, nos da tiempo a estudiar sin pensar tanto en el dinero,_le respondió, acurrucándoos bien.

-Si hay dinero no necesitamos becas,_la rubia le sonrió,_quiero una casa bonita, con jardín,_la menor se imaginaba en una hermosa casa, repleta de flores y con árboles frutales, una piscina y una cama blanda y suave.

-Podemos conseguir un sitio con todo ese dinero, las becas vendrán bien para estudiar sin miedo, hazme caso, estudiar cuesta un montón y en una de sus universidades pijas tendremos mucha más suerte, te prometo que si gano buscare una casa bonita para los dos,_el azabache le sonrió en la oscuridad, de verdad, esperaba ganar, lo necesitaba.

El número 13, ese había sido el suyo, de toda la lista, Romelle se las había apañado para conseguir una ropa decente, no muy de su estilo, pero nadie diría que él y su hermanita vivían en la calle y de la caridad.

-Listo, así mejor,_la rubia había conseguido peinarlo, bueno, recogerle el pelo, un milagro,_muy bien, hazlo lo mejor que sepas, lo mejor que puedas, confío en ti, pero si no ganas, no pasa nada,_la rubia lo abrazó.

Keith suspiró, fue con el resto de los participantes, el reto consistía en ver quien era el mejor piloto, con uno de los simuladores de la Galaxy Garrison, el más realista de todos, solo 20 participantes, los 20 mejores que habían pasado las primeras pruebas.

Se desearon suerte entre ellos e iban saliendo por sorteo, no se daban nombres, no se veían las caras, solo avisaban del número del piloto que estaba en la cabina, era el capricho de un millonario, pero a Galaxy Garrison le venía bien para fichar a futuros grandes pilotos.

Fueron pasando uno a uno y acababan en habitaciones separadas, evitando que de unos a otros supieran su puntuación, el nivel máximo alcanzado.

El ojivioleta llego al nivel 107, era su nuevo récord, había superado su marca personal, estaba contento, pero el resto de los participantes eran mucho más adinerados, con entrenadores, con  más recursos y no esperaba ganar ni de coña, menos después de verlos hablar y con tantísimos tecnicismos.