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Continuación cap 23.

Sigo viva, aunque supongo querrán matarme, tengo como muchas cosas escritas sin subir, así que iré subiendo poco a poco algunas, os adoro.

Keith se estaba arrepintiéndose, a cada segundo que pasaba, su hermano lo había influenciado, y por consecuente, había terminado cediendo ante Lance, y su sonrisa coqueta, y sus dientes perfectos y sus ojos de ese azul profundo como el océano.

Conociendo su nueva rutina de entrenamiento quedó con el cubanito a las cinco y media de la tarde, para "estudiar", aunque realmente le iba a terminar el boceto y ya está.

¿Solo eso?, no estaba ni medianamente seguro, además ese viernes tenia alta intensidad, una hora de rutina de cuatro a cinco, era mortal, y Kolivan era jodidamente duro con él.

Había sido especialmente duro ese día, pues Keith seguía negándose a unirse al equipo, tenía el talento, el tiempo, todo, solo le daba vergüenza, y en algún punto se la tendría que tragar.

-Ya estoy en casa, lo sé,_el azabache intentaba pasar de la entrada, en la cual Cosmo no paraba  de intentar tirarlo al suelo o haciendo que se agachase para lamerle la carita,_ya está,_Keith termino cediendo y agachándose, dandole mimos a la pequeñita de su casa.

Cosmo fue detrás de él todo el tiempo, hasta entro en el baño junto a él, y lo espero echada en el suelo, hasta que se seco y volvió a vestir.

-Que no me voy a ir, tontorrona,_Keith le acarició la cabecita, eran casi las cinco y media, así que si Lance era puntual estaba a punto de llegar.

El cubanito salió de casa, después de cambiarse de ropa siete veces, estaba al borde de un ataque de nervios, Hunk y Pidge le habían advertido, que no se pasase, que Keith era alguien tímido, la italiana había conseguido información de ese chico gracias a su hermano mayor, que pertenecía al grupo de amigos de Shiro, y Keith era distinto fuera del instituto, en el buen sentido.

-Bueno, no puedo echarme atrás,_el cubanito presionó el timbre, nunca había ido a la casa del ojivioleta, la había visto al pasar, pero le parecía muchísimo más grande en ese momento.

Dentro de la casa se escucharon ladridos, cosa que al cubanito le sorprendió, Keith no le había mencionado nada, aunque él tampoco se preocupo de preguntar nada así.

-Perdona, está hoy más ñoña que de costumbre, Cosmo quieta,_la lobita obedeció, observando al extraño al que Keith abrió la verja,_vale acércate despacio, que te huela y se calme.

El cubanito obedeció, Cosmo se acercó, olisqueo a Lance y automáticamente empezó a mover su colita pomposa y a pedirle mimo.

-Es preciosa, pero mírala,_a Lance le encantaba la lobita, era demasiado bonita y suave,_me has asustado, si es super sociable.

-No lo es, es raro que se comporte así, pensé que tendría que dejarla en otra habitación, al novio de mi hermano le costó meses que se acostumbrase a él,_le respondió el ojivioleta, que su buena chica con los extraños no era tan buena.

-Claro,_a Lance se le iluminó la carita,_los dibujos que tenías eran de ella,_el más bajito asintió, es que su enana era demasiado cuca para no hacer algún dibujo de ella.

-Bueno, vamos adentro, ¿qué te apetece?,_Keith entró y Lance fue justo detrás de él, cerrando la puerta una vez que entró la pequeñita de esa casa.

-¿Qué me apetece?,_le preguntó, porque no entendía nada, parpadeo varias veces incluso.

-Son las cinco y media y vengo de entrenar, como o me desplomo, así que pensé en hacer algo para comer para los dos, ¿qué te apetece para merendar?,_Keith se corrigió en cuanto a la pregunta, provocando un sonrojo en Lance.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2021 ⏰

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