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En silencio y sin llamar la atención, así era como se portaba el azabache en el instituto, que parecía otro, Shiro era el que más se sorprendía del gran cambio que el menor era capaz de llegar a hacer, aunque nunca había sido bueno entablando amistades.

Así que el menor simplemente intentaba ser como un fantasma, muy poco notable, escuchando rumores a cerca de su pelito demasiado largo, su ropa siempre de manga larga y oscura, era un emo, un gótico, un otaku o un sádico oculto, dependiendo de a quien le preguntasen.

-¿Cómo llevas la asignatura?,_Shiro dio unos golpecitos en la puerta de su hermano, con la esperanza de que lo ayudase.

-Bien, ya repasé todo, ¿qué quieres?,_lo miró frunciendo el ceño, que ya se conocían, eran ellos y su madre contra el mundo.

-Necesito ayuda con la cena, pooooorfa,_el mayor le puso carita de pena.

-Sacas la basura esta semana, friegas y yo cocino, sino no hay trato,_le dejó en claro, que eran hermanos, pero él siempre tenía que terminar cocinando cosas ricas.

-Está bien, pero ten en mente que soy tu hermano mayor, deberías ser más amable,_Shiro le puso cara de estar sufriendo un gran maltrato, es que el menor conocía.

-Vale, esta semana y la próxima, ¿quieres morir de hambre o que aumente?,_el mayor negó y le revolvió el pelo cogiéndolo por los hombros.

-Oye, recuerda que soy el mayor,_le regañó, como de costumbre.

-No lo eres, naciste el 29 de febrero,_Keith se libró del agarre, le sacó la lengua y huyó a la cocina.

Shiro se quejó, pero sin pasarse, que ese enano lo dejaba sin cena.

Ese Keith era completamente opuesto al del instituto, ese Keith era expresivo, hacía bromas, sonreía, reía y hasta llegaba a ser algo cruel, sobre todo cuando se trataba de repartir las tareas de casa.

Krolia por su parte era piloto, así que siempre estaba fuera, o al menos la mayoría del tiempo, confiando en que ese par era lo suficientemente maduro como para estar bien.

-Oye, esta noche iré a casa de Adam, ¿estarás bien solo?,_le preguntó, que iban andando de camino al instituto.

-Estaré con Cosmo, hoy me toca entrenar, Kolivan me reprogramo el reloj, como no cumpla con todas las series me matará,_le recordó, haciendo que una suave carcajada se escapase de sus labios.

-Vale, saldré antes, nos vemos luego o mañana, cuídate, ¿vale?,_Keith asintió con cara de pocos amigos, que su hermano era un pesado.

Eran parte del cotilleo diario, Keith era el rarito antisocial, Shiro era el tipo guapo y popular.

Pero estaban muy equivocados, ni Keith era feo, ni calladito, ni malo en deportes, ni tranquilo.

De echo.., todos se quedaban sorprendidos de lo bueno que era en el tema deportes, siempre sacaba la mejor nota y a pesar de ser tan atlético se negaba a estar en ningún equipo.

Llegó como cada mañana, se sentó en su sitio, al fondo, al lado de la ventana y a escuchar música y garabatear algo mientras llegaban los profesores, la mejor forma de ignorar a sus compañeros.

Que ya llevaban muchas mudanzas, muchos cambios de instituciones, se negaba a ser un blanco de burlas, que les dieran, él era distinto, no quería sufrir más por ello.

Solo sabían más cosas en profundidad de él un par de personas, y por accidente, porque coincidieron en un concierto.., hi

-Es tan callado,_una de las chicas de clase empezó a hablar,_no sé en qué estará pensando.

Klance OneShots Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora