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-Hola, número trece,_Lance lo saludo con una sonrisa, había salido a despejarse y el karma lo había compensado.

-Lance, ¿verdad?,_el azabache paro en seco, que la peque tenía mucha energía, había tenido que correr.

-En persona,_le sonrió,_¿y esta cosita?,_Cosmo se quería acercar y Lance se acercó dejando que lo olisquease.

-Oh, es Cosmo, normalmente se altera con los extraños, le caes bien,_el ojiazul se agachó para acariciar el pelaje suave de la lobita, que se apoyó en él para lamerle la cara.

-Cosmo, pues es súper bonita, ojalá yo pudiera tener una pequeñaja así,_le revolvió el pelaje, y volvió a prestar atención a Keith,_¿y qué haces por aquí?

-Sacarla a correr, no me deja estudiar, se pone ñoña, lloriquea, y no puedo hacer nada si la tengo encima porque solo quiere mimos,_le confesó, acariciandole la cabecita a su buena chica, que los mimos de Keith eran sus favoritos.

Lance lo observaba, no se refería a eso, pero Keith era precioso.

-A ver, Keith, me refiero a en mi urbanización, ¿vienes a correr aquí siempre?,_le preguntó curioso, porque si fuese así un chico tan guapo no pasa desapercibido.

-No, no, Romelle y yo vivimos en la casa de Kolivan, nos adoptó a ella y a mi, suelo salir a entrenar fuera, pero la peque no aguanta tanto así que la saco por aquí, ahora hace más calor,_el ojivioleta le explicaba eso con calma con Cosmo siendo ñoña y adorable a su lado.

-Ya veo, yo vivo aquí al lado,_el cubanito le sonrió, que no sabía como seguir la conversación, que se había puesto de golpe nervioso.

Un silencio no muy incómodo se formó entre ambos, un silencio que se rompía solo con el jugueteo de Cosmo con su correa.

-¿Y qué haces en la calle?,_Keith no era fan de iniciar una conversación, al contrario.

Pero Lance parecía simpático, era muy guapo, él no se fijaba en esas cosas, pero esos ojos azules y profundos en esos momentos estaban siendo su perdición.

-Me he enfadado con mi hermana, suspendí una asignatura, física y aunque la he recuperado mi madre me obliga a dar clases, falte a clases hoy y se ha chivado.., así que me he peleado un poquito y he salido a despejarme,_le respondió, sintiéndose como un crío, que el azabache había llevado una vida difícil, eso debería de ser una tontería en comparación.

-Ya veo,_Keith se aguantó una risita, que Lance se había sonrojado levemente y le pareció una monada,_Kolivan nos hace dar clases de refuerzo también, nos va a llevar a uno de esos institutos pijos, ayer llegaron los uniformes, mi hermana está deseando de ir de compras otra vez,_el ojivioleta suspiró, es que de verdad odiaba el tema de ir de chico formal.

Lance le miró esa carita expresiva y de agobio, se le notaba la incomodidad, el no estar acostumbrado a rodearse de mucha gente.

-¿A qué instituto vais?,_le preguntó, cruzando los dedos de forma disimulada, detrás de su espalda, para concentrar su suerte.

-Instituto Altea,_le respondió,_dime que vas al mismo,_Keith se lo dijo serio, consiguiendo que estallase él risas.

El cubanito terminó de reír y sonrió, con una pizca más de suerte, igual estarían en la misma clase y todo.

El móvil del azabache sonó, que el tiempo le paso volando, así que después de una corta despedida y que el cubanito le pasase su número antes de irse, se despidieron.

A Lance el corazón le iba a mil por hora, tenía el teléfono de Keith Kogane, se había perdido en sus ojos que eran una galaxia aún por descubrir. Joder, que llegó a su casa dando saltitos, como si flotase y con una cara de bobo.

Klance OneShots Temporada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora