Capítulo 20

517 38 0
                                    

Mansión de Bill Cadogan, New York, New York 18:35 horas.

Cuando llegamos, bajamos del auto y nos acercamos a la puerta. Costia ya nos esperaba allí al lado de Pike.

—Buenas tardes Griffin.

—Pike.

—Así que tú eres una de las chicas que pidió mi jefe...

Clarke asintió largando el humo de su cigarrillo y le preguntó.

—¿Tu jefe sabe que estamos aquí?

—Déjame llamarlo—dijo el hombre y llevándose un auricular volvió a hablar—. Jefe, Griffin está aquí junto con Lúxers y Woods.

Déjalas pasar, Charles.

Pike nos dejo pasar y las tres lo seguimos en silencio.

La mansión de Cadogan era realmente enorme, contaba con paredes blancas y grandes ventanales, una escalera central nos dirigía al segundo piso de la casa y a medida que caminábamos por los pasillos, podíamos escuchar a gente gritando y gimiendo en las habitaciones.

Miré a Clarke algo asustada y ella largó el aire ya que sabía de antemano que algo así pasaba siempre en ese lugar.

—Esperen aquí—nos dijo Pike deteniéndose en una habitación con una puerta de madera, diferente a las otras. La abrió y entró a la habitación, dejándonos afuera.

—Pensé que sería más silencioso—comentó Costia cuando volvimos a escuchar gemidos y golpes de las habitaciones venideras.

—Sabía que esto pasaría... No quiero imaginarme cuántas niñas podrían estar ahora mismo en estos cuartos.

—Sólo reuniremos información, Clarke—le dije logrando que ella me mirara y sin más se acercó a mí para besarme—. Lo haremos cagar.

—Lo sé ¿Tienen armas?

—No—dijo Costia y le cedió una de las que tenía en su espalda—. Gracias

Clarke me miró y yo asentí para que ella pudiera tocarme el cuerpo, al chequearme las piernas pudo notar que tenía la pequeña pistola en mi tobillo derecho pero gracias a los borsegos que llevaba, no se notaba.

—¿Qué tan potente es?

—Lo suficiente.

—Es pequeña.

—Anya me dijo que es poderosa—le dije cuando la puerta volvió a abrirse y Pike salió tomándome del cuerpo— ¿Qué haces?

—Tengo que saber que no llevas armas—dijo pasando sus manos por mi cuerpo pero cuando quiso tocarme entre mis piernas, yo reaccioné golpeándoselas.

—Oye amigo, quita tus manos de ahí. Pensé que me habías dicho que no me harías un cacheo.

Pike sonrió de costado pero yo levanté una ceja enojada.

—De acuerdo, puedes pasar.

Clarke me tomó del brazo antes de que pudiera entrar, logrando que girara.

—Lexa. Ten cuidado.

Asentí y entré a la habitación, escuchando que la puerta se cerraba detrás de mí.

Lo primero que mis ojos vieron fue a Cadogan detrás de una cámara, grabando a un hombre teniendo sexo con una mujer, pero al acercarme pude notar que no era una mujer, sino una niña, tal vez de unos quince años.

—Corte—dijo Cadogan al notar que me encontraba a sus espaldas—. Tómense un descanso.

Tragué en seco al ver el rostro de la chica quien tenía lágrimas en sus ojos y estaba algo roja, seguramente por los golpes que el hombre le había proporcionado.

True Lies - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora