Capítulo 22

490 32 1
                                    

Apartamento de Costia, Manhattan, Nueva York. 11:40 horas.

Suspiré al momento en que vi su puerta y detuve el motor. Bajé del auto aún nerviosa y toqué el timbre.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Necesito hablar contigo—le dije y ella me miró—. Es importante.

—Pasa—Costia me dejó pasar y pude sentir su mirada en mi espalda, me quedé parada ya que aún me dolía el cuerpo y ella se acercó a mí frunciendo el ceño— ¿Qué le ha sucedido a tu rostro? ¿Y qué son esas marcas en tus muñecas?

—Necesito el número de la niña que Cadogan te ha dado.

—¿Para qué lo quieres?

—Por favor, deja de hacer preguntas y dámelo si quieres hacer cagar a Cadogan y a Lightbourne.

Costia se apresuró para anotarlo y me dio el papel, pero al hacerlo rocé mis dedos con los de ella sintiéndome extraña.

—¿Puedes contarme qué te ha pasado? Anoche no estabas así—me dijo algo molesta mientras guardaba el papel en mi bolsillo y volvió a hablar— ¿Fue Griffin?

—No es nada—respondí sentándome en el sofá, y sentí mucho dolor en mi cuerpo—. Oh mierda...

—Lexa. No minimices lo que te sucede—volvió a decirme y yo la miré, Costia me corrió la mirada y suspiró—. Nunca pude decírtelo, pero estoy arrepentida por todo lo que te he hecho. Y por dispararte hace cinco años.

—Costia.

—Puedes llorar. Soy yo—me dijo y no pude soportarlo más. Comencé a llorar cubriéndome el rostro con mis manos y sentí que Costia me abrazaba, dejando que me desahogara— ¿Quién te ha hecho esto?

—Clarke.

—Sabía que había sido Griffin ¿Qué sucedió?

—Tiene ummm...

—Puedes decirlo.

—Tiene una manera de follar diferente a la que estoy acostumbrada.

—Wow espera espera... ¿Griffin te ha hecho esto mientras tenía sexo contigo?—la miré sin saber qué decir y volví a llorar, asintiendo— ¿Por qué estás con ella si te está lastimando?

—Supongo que me he acostumbrado a su manera. Pero anoche... Fue muy violenta.

—No debes dejar que lo haga—comentó secándome las lágrimas—. Tienes que encontrar a alguien que pueda amarte bien y no te lastime ni física ni emocionalmente, Lexa.

Me quedé mirándola y sin que pudiera pensar más, la tomé por la nuca besándola.

Sentí que se tensaba pero antes de que pudiera cortar el beso, le dije.

—No te alejes—sonrió sobre mis labios y aceptó mi beso, comenzando a meter su lengua en mi boca, logrando que suspirara al sentir su piercing—. Ummm...

—Lex...

—Bésame Cos—le dije acostándome sobre ella y sentí que posaba sus manos en mi cadera, pasándolas por debajo de mi remera.

De un momento a otro, comenzamos a besarnos cada vez más desesperadas y fuimos a su habitación.

—No voy a lastimarte—dijo mientras me quitaba la ropa.

—Nunca me has lastimado—respondí tomándola del cuello para besarla, se quitó rápidamente su ropa y me acostó sobre la cama.

Me quitó los bóxers besándome y bajó sus dedos hasta mi sexo, rozando mi clítoris y haciéndome suspirar.

True Lies - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora