Capítulo 2

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5 de Mayo, 2023. Departamento de Anya, Centro de Manhattan, Nueva York. 17:30 horas.

Aprovechando que Anya había salido luego de almorzar, decidí tomar una siesta despertándome a las horas con un whatsapp de ella.

Anya: Lexa necesito que consigas unas piezas.

Lexa: ¿Piezas?

Anya: Armas. Las necesitamos para hoy a la noche.

Lexa: ¿Y dónde las consigo?

Anya: Ve a ver a Monty Green. Él ya sabe que vas, yo lo he llamado.

Anya: Te mandaré la dirección, ve con mi auto.

Taller Green, partes y servicios. Long Island, Nueva York. 18:20 horas.

Llegué al taller de Monty Green, bajé del auto y lo encontré arreglando uno, de espaldas a mí.

—¿Hola?

—¿En qué puedo ayudarte?—me preguntó el chico asiático.

—¿Eres Monty Green?

—Sí ¿Eres policía?

—¿Lo parezco?

Él volteó para poder mirarme mejor y sonriendo me dijo.

—Creo que no. Eso te concede un minuto.

—Vengo por unas piezas...

—¿Tú eres de la que Anya me habló?

—Es mi hermana.

—No tengo las piezas aquí. Pero sé dónde encontrarlas—dijo y cerrando el auto agregó—. Debemos robarlas y necesito tu apoyo.

—Está bien.

—Ten esto—Monty me dio una pistola con varios cargadores y ambos salimos del taller. Caminamos tranquilos hasta llegar a un depósito de armas que estaba al aire libre—. Ven, te ayudaré a subir.

Me ayudó a trepar el alambrado y luego de que él pasara, comenzamos a caminar por el depósito pero había demasiado silencio.

—¿Es seguro estar aquí?

—Sí, yo vengo cada vez que necesito algo. Estuvo clausurado cuando la policía lo agarró, era de un tipo que traficaba con estas cosas— dijo Monty mientras nos adentrábamos en el lugar—. No creo que los oficiales vuelvan a aparecer, pero si aparecen ya sabes qué hacer.

Me quedé con la pistola en la mano mirando hacia la calle mientras él abría la puerta donde se encontraban las armas, pero en eso una alarma empezó a sonar.

—Mierda...—dije cuando escuchó a la policía y girándome grité— ¡Monty! ¡Tenemos que irnos!

Las patrullas llegaron y cuatro policías corrieron hacia mí comenzando a disparar, pude defenderme disparando contra ellos y a tiempo pude cubrirme detrás de una pared mientras ellos seguían disparando.

—¡Entréguense! Están invadiendo propiedad privada...

—¡Salgan con las manos arriba!

Reí mientras recargaba y volví a disparar. Pude darle a los dos primeros pero los otros dos dispararon más rápido y una bala me dio en el hombro.

—Ugh mierda... ¡Monty!

—Estoy aquí—dijo él saliendo y ayudándome a retener a los policías. Una vez los cuatro perecían en el suelo, me miró el hombro algo preocupado—. Lexa... Tu hombro...

True Lies - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora