True Lies - Clexa AU

Capítulo 12

Claremont Park, Bronx, Nueva York. 12:00 horas.

Salí de la casa de Clarke y caminé hacia el parque, necesitaba pensar y procesar todo lo que había pasado.

Primero estaba Anya, Jaha la había arrestado para sacarle información y no sabía cuándo la liberaría. Y por otro lado, Costia había aparecido de nuevo.

Habíamos tenido algo bastante lindo e intenso hacía cinco años atrás, pero gracias a ella me habían encerrado.

Conocí a Costia mientras vivía en Canadá, gracias a unos amigos.

Nos juntábamos cada tanto a fumar y a consumir sustancias, y ella era la que nos suministraba todo.

Luego de un par de meses viéndonos, comenzamos a salir y a drogarnos juntas. Por desgracia yo más que ella.

Montreal, Quebec, Canadá. 2018.

—Dios... Es de las mejores que he probado—dije mientras nos drogábamos y mirándola aspirar le pregunté— ¿Conseguirás más?

—Tal vez hoy—se limpió la nariz y yo volví a aspirar dos líneas seguidas gimiendo al sentirla.

—Oh mierda...

—Lexa—me dijo mirándome aspirar una tercera línea de cocaína.

—¿Qué?—le pregunté limpiándome la nariz y volví a armar dos líneas— ¿Armo otra para ti?

—No... Déjalo—volvió a decirme pero yo ya estaba aspirando cocaína de nuevo—. Estás aspirando mucho...

—¿Desde cuándo te preocupas? Relájate cariño.

—Pero...

—Tú también estás drogándote.

—No tanto como tú ¿Qué te sucede?

—Costia...—me acerqué a ella besándola y con cada beso empecé a sentir calor—. Estoy muy caliente... Necesito follarte.

—Lexa...—metí una mano dentro de sus pantalones y empecé a tocarla haciendo que gimiera—¡Ah!— le bajé los pantalones y agachándome comencé a hacerle sexo oral, ella me tomó de la cabeza para que no dejara de mover mi lengua pero cuando volví a mirarla, la nariz me empezó a sangrar—. Lexa espera... Tu nariz.

—Mierda...

—No puedes seguir así.

—Estoy bien—le dije limpiándome y volví a besarla con ganas, mientras le quitaba la ropa y la llevaba al sofá.

Bajé de nuevo a su sexo y empecé a mover los dedos dentro de ella.

—¡Ah!

—Córrete para mí.

—¡Mierda!—gritó ella mientras sentía que mis dedos entraban y salían—. Usa tu lengua...— sonreí y lamí su sexo al mismo tiempo que seguía metiéndole los dedos logrando que se corriera fuerte en mi boca— ¡Ah!

Pasé la lengua tomando toda su humedad tragándomela y sonreí mirándola.

Me tomó por la cabeza para que subiera y me besó, pero por poco tiempo, ya que me separé de ella para poder aspirar otra línea de cocaína.

—¡Ah!—gemí al sentirla en mí ser y mientras intentaba mantenerla en mi nariz, le pregunté— ¿Cuándo veremos al dealer?

—Supongo que esta noche—dijo subiéndose los pantalones y mirándome—. Debemos terminar de juntar el dinero.

22:00 horas.

Llegamos al lugar donde nos reuniríamos con el tipo y mientras nos acercábamos Costia me dijo.