Capítulo 33

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—Te he hecho una pregunta—dijo Jaha mirándome y comenzó a acercarse— ¿Qué haces aquí?

—¿Por qué volveré a prisión?—atiné a preguntar logrando que él riera fuerte— ¿Y por qué a California?

—Te he dicho que eso pasaría si continuabas desobedeciéndome, Woods. Y eso has hecho en el cementerio, también has sido capaz de ocultarme información.

—Sólo estaba interpretando mi papel, he hecho todo lo que me has pedido—le dije intentando hacerle frente—. Tienes todos mis reportes al día, te he pasado toda la información que pude obtener durante todos estos meses. Me has pedido que me infiltrara en la mafia, pero ya no puedo seguir haciéndolo, no puedo seguir trabajando con ustedes y con ellos.

—Sé que disfrutas estar en la familia, Woods. Ganar dinero, consumir e intercambiar drogas, matar a gente importante—comenzó a decir mientras se acercaba más a mí, y añadió—. Y también sé que has sido parte del robo a la joyería.

Tragué saliva comenzando a sentir miedo, pero intentando que no se me notara volví a decirle, sin que la voz me temblara.

—Y yo sé que trabajas con Lightbourne. Todos los trabajos que Roan ha perdido han sido por tu culpa, tú mandaste a Lightbourne la noche de la explosión del barco, también le has dicho dónde estaría yo para que me secuestrara. Sabías perfectamente que estaría sola en mi auto para que pudiera atacarme... Tú eres su puto informante...—le dije bastante enojada entendiendo a la perfección todo su plan, pero antes de que pudiera terminar, él me tomó por el cuello logrando que comenzara a perder el aire—. Ugh.

—Escúchame—me dijo haciendo fuerza con su mano en mi cuello, por más que intentara separarlo con mis manos fue imposible. Tenía demasiada fuerza—. Ya estoy cansado de que me desobedezcas, has cumplido tu trabajo. Ahora sólo debes esperar a que Roan y todo su apestoso clan estén muertos para luego subir tu culo al puto helicóptero de la policía, directo al agujero ¿Me has entendido?— lo miré sintiendo que comenzaría a desmayarme por la falta de aire y él me soltó empujándome contra la pared, logrando que comenzara a toser.

—Ugh...

—Vete de aquí—me dijo pero yo sólo lo miré— ¡Sal de aquí Woods!

Salí corriendo con las lágrimas cayendo por mis mejillas y rápidamente subí a mi moto, marchándome de allí.

Brighton Beach, Brooklyn, Nueva York. 19:30 horas.

Llegué a la playa y bajándome de la moto me senté en la arena, desahogándome fuerte. Estaba física y mentalmente agotada, no soportaba seguir siendo una rata, quería una vida normal lejos de toda esa mierda.

—¿Cómo pude haber sido tan idiota de desperdiciar así mi vida?—me dije intentando calmarme pero rápidamente volví a llorar pensando en todo lo que había hecho desde que había caído en prisión. 

Me sentía destrozada, sentía que mi vida no tenía un motivo, sólo vivía satisfaciendo a los demás. Y no podía recordar ni un momento feliz que hubiera pasado en mi vida.

Sentía que el viento comenzaba a soplar más fuerte logrando que se me colara entre la camiseta y comenzara a sentir mi cuerpo frío, pero ya nada importaba. Sólo quería desaparecer, que la tierra o el mar me tragara.

Seguí llorando durante varios minutos sin parar, hasta que pude comenzar a sentir mis pies fríos.

El agua empezaba a subir logrando mojarme las DC, entonces con las pocas fuerzas que tenía me levanté de la arena y subí a la moto rumbo a casa.

Casa Woods, Brighton Beach, Brooklyn, Nueva York. 19:40 horas.

Agradecía que nadie estuviera adentro, ya que necesitaba estar sola lo que quedaba del día. Cerré la puerta con llave bajando todas las persianas, me despojé de mi ropa sucia dejándola en el cesto y me di una ducha caliente.

True Lies - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora