Capítulo 30

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Sentía que la cabeza me retumbaba, las luces pasaban demasiado rápido logrando que despertara y pudiera notar que aún era de noche.

—Oh mierda... Mi cabeza...

—Por fin despiertas.

—¿Clarke?—pregunté al ver que estaba conduciendo el auto.

—Hola cariño.

—Hola...

—¿Cómo te sientes?

—Como si la cabeza me fuera a estallar...—me quejé sentándome y pude ver que me miraba por el espejo retrovisor— ¿Qué hora es?

—Las dos de la mañana. Has estado desmayada dos horas...

—¿Qué? ¿Qué ha pasado?

—Una vez me dejaste en el club escuché que la puerta del auto se cerraba, pero no pude ver quién había subido. Sin pensarlo te seguí y cuando vi que no frenabas, supe que algo estaba mal—comentó enojada apretando con fuerza el volante—. Te seguí hasta el callejón y vi a Lightbourne bajar del auto pero no llevaba armas encima para poder dispararle, tenía esperanzas a que bajaras también pero al acercarme y verte desmayada... No pude pensar en otra cosa que no fuera salvarte.

—Gracias.

—No tienes que agradecerme ¿Tienes sangre?

Me toqué la herida en mi cabeza, sintiéndolos mojados por la sangre.

—Sí...

—Debemos curarte pronto.

Sonreí posando una mano en su hombro y vi que ella también sonreía, pero al ver que estábamos en una parte de la ciudad desconocida para mí, le pregunté.

—¿A dónde vamos?

—Gaia tiene un lugar en donde no van a poder encontrarnos, nos está esperando junto con Niylah en el puente de Brooklyn.

—¿Y luego qué?

—Debemos escondernos por un par de días.

—¿Escondernos? Pero ¿Qué pasará con los chicos? ¿Con Anya?

—Corres mucho peligro, Lexa. Russell volverá a encontrarte y no puedo imaginarme qué podrá hacerte—dijo volteándose para mirarme—. No quiero volver a ponerte en peligro. Hablaré con tu hermana apenas lleguemos y me asegure de que estés a salvo.

Puente de Brooklyn, Nueva York, Nueva York. 2:10 horas.

—Clarke.

—Niylah ¿Están listas?

—Sí, Gaia está abajo. Las llevaremos a la isla de Polis—nos dijo ella y las tres bajamos por el muelle hasta llegar a un yate—. Estarán a salvo allí.

Clarke subió y me tendió la mano para ayudarme, al vernos Gaia se asomó por la parte baja del Yate.

—Buenas noches Griffin... Woods.

—Hey Gaia.

—¿Qué ha sucedido?

—Lightbourne—le dijo Clarke y tomándome por el brazo hizo que me sentara—. Necesito curarla.

—Estoy bien, Clarke...

—Cállate y déjate atender.

—¿Qué ha sucedido?—preguntó Gaia y vi que Niylah también se acercaba para escuchar todo lo que había pasado.

Hablé sobre cómo Lightbourne me amenazó, también sobre la pérdida de los maletines y el golpe que me dio con su arma.

—Necesitamos cuidarnos mucho—dijo Niylah y Clarke asintió.

True Lies - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora