Capítulo 14

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Me senté en mi habitación sintiéndome un poco estresado. Dispuse cada pedazo de evidencia que podría dar indicios de lo que pasó con Vic y yo. No me podía importar menos si Leo se enteraba, pero a Vic —por otro lado— sí le importaba, así que sufrí con las consecuencias de hacer que todo se viera como si nada hubiera pasado. Lo que me estresaba era la expresión de culpa y la actitud tan apasionada que tuvo Vic conmigo antes y después de lo hicimos.

No iba a mentir; lo que pasó fue maravilloso. No me había sentido tan bien sobre algo en mucho tiempo. Fue rápido. Fue excelente. Quería hacerlo una y otra vez. Sabía que todavía sentía algo por Vic, pero no me di cuenta de lo intenso que era hasta ahora. Lo quería devuelta en mis brazos con cada trozo de mi ser. No había nada que más deseara. Sólo estaba Leo como obstáculo. Vic, a pesar de que acababa de engañar a su novio, sí tenía moral. Siempre había querido hacer lo correcto, y lo admito, esa es, probablemente, la cosa que menos me gusta de él. La mayoría pensaría que eso es admirable, pero yo lo encontraba molesto, porque siempre significaba que no podíamos estar juntos. Siempre había algo que nos detenía de estar juntos. Tal vez eso era un signo, pero no era alguien que creyera en signos.

Aunque, en serio me gustaba. Posiblemente hasta lo amaba. Tal vez sólo estoy confundido y no pensando con claridad después de lo que acabábamos de hacer. Vic se iba a alejar de mí. Eso es lo que hace en un dilema moral. Se aleja del problema, y yo soy siempre, sin falta, el problema. Sólo tenía que encontrar la manera de estar solo con él, y pronto, de lo contrario, esto me iba a enloquecer. Ya podía sentir cómo me estaba obsesionando con él más de lo que debía.

Tocaron mi puerta y, por un segundo, me congelé. ¿Acaso Vic había vuelto a decirme que me odiaba? ¿Acaso era Leo viniendo a matarme después de darse cuenta de que Vic y yo acabábamos de tener sexo en su baño? Estaba siendo un idiota paranoico. No hay manera de que Vic le contara lo que pasó, ¿cierto?

—Pasa —dije y me levanté de la cama.

La puerta se abrió y entró un chico alto, cubierto de tatuajes que no había visto desde la secundaria.

—¡¿Mike?! —pregunté sorprendido. Sonrió cuando me vio.

—El mismo. Tiempo sin verte, Kellin —dijo.

Todavía estaba un poco sorprendido de verlo. Seguro, estaba viviendo con Vic, sólo era cuestión de tiempo antes de que viera a Mike. En realidad no tenía ni idea de cómo estaba desde secundaria. Creo que Vic sólo lo mencionó una vez, pero escasamente dijo algo.

—Sí, ha pasado mucho tiempo —dije.

—Bueno, ¿me vas a dar un abrazo o qué? —dijo, extendiendo sus largos brazos.

—Oh, ¡claro! —exclamé y caminé hasta terminar entre sus brazos, dándole un abrazo amistoso. La última vez que lo vi no estábamos exactamente en los mejores términos. Estaba enojado conmigo por meter a Vic en problemas con la ley. Supuse que me odiaría por, básicamente, arruinar sus vidas, pero al parecer todo era cosa del pasado ahora, ya que estaba siendo tan amable como siempre.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté una vez me separé.

—¿Qué estoy haciendo aquí? Creo que yo debería estar preguntándote eso —dijo y me dedicó una mirada intencionada. Oh, Dios, dime que no sabía lo que había pasado entre Vic y yo, ¿o sí?

—Uh... es un poco complicado, en serio —dije con cautela.

—No te preocupes. Leo me contó todo mientras conducía hasta aquí. Tío, siempre supe que Oliver daba mala espina. Siento que te haya hecho eso —dijo.

Dejé salir un suspiro de alivio. Bien, no estaba al tanto de lo que estaba pasando entre Vic y yo. Aunque, sí me sentí un poco incómodo ante el hecho de que todos supieran lo que Oliver me hizo. Sólo me hizo sentir más molesto con Leo por chismosear sobre mis secretos. Sin embargo, sólo era Mike, pero quién sabe a quién le habrá estado contando.

Hush, Hush (Kellic) [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora