Capítulo 4

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Tenía que admitirlo; nunca me vi a mí mismo como un estudiante universitario. Aunque en la secundaria Vic me motivó a profundizar mis estudios en arte, igualmente no pensé que llegaría aquí. Odiaba hacer deberes y hacer tareas. No tenía la paciencia para sentarme durante clases enteras, pero suponía que tal vez si estaba estudiando algo que me gustaba, entonces sería diferente, y por la mayor parte, así lo fue.

Fue Oliver hablando sobre lo buena que era la vida universitaria lo que me hizo interesarme más. Siempre estaba siendo invitado a fiestas y haciendo un montón de nuevos amigos. Sin embargo, no había encontrado ningún amigo todavía. No creí que tan siquiera quisiera, en realidad. En mi experiencia personal, los amigos sólo terminan causando problemas. Eso así, las fiestas se veían divertidas, aunque tampoco había estado en una todavía, después de todo, sólo había estado aquí por unas tres semanas. Todo el mundo parece estar muy dedicado en empezar bien con su educación.

Otra parte muy grande de mí que quería ir a la universidad era para tener algo qué hacer. No quería simplemente trabajar en un café o restaurantes de comida rápida por el resto de mi vida. Quiero hacer algo que me apasione y, aunque confío en mis habilidades artísticas, sé que probablemente no me tomarán en serio hasta que tenga algún tipo de título universitario.

Lo único malo de estar cursando una carrera de arte era el lado teórico. La clase de esta mañana era historia del arte y algunas partes eran interesantes, pero en la mayor parte me hartaba de la aburrición. Probablemente me saltaría las clases aburridas, pero me gustaba la distracción así fuera tediosa o no.

Unos minutos antes de cuándo la clase se suponía que terminara, el profesor nos dejó irnos. Había unas cuántas personas y todos parecían tener sus pequeños círculos. Había unas cuantas personas, como yo, que sentaban solos. Tal vez algún día me sentaría con uno, o tal vez era muy nervioso como para hacerlo.

Me fui del salón, junto con los otros, y aventuré hacia mi propio camino. Estaba yendo a la biblioteca para estudiar un poco. Oliver también tenía clase hoy, así que el plan era esperar por ahí hasta que terminara y volveríamos a casa juntos. Fue pura suerte que nos conseguimos un lugar con una distancia tan corta como para caminar al campus. Siempre sentía que le debía mucho a Oliver ya que paga como por el setenta por ciento de nuestros gastos. Le doy tanto dinero como es posible, pero constantemente estoy entre trabajos, así que se pone difícil. Aunque, él sabe que intento, o por lo menos lo agradecido que estoy de que me haya ayudado tanto durante estos últimos dos años.

Hablando del rey de Roma. Estaba caminando por el concurrido patio, en medio del campus, cuando apareció detrás de mí. Me sorprendió al principio cuando puso su brazo alrededor de mi cintura.

—Hola, lindo —dijo a la carrera y me plantó un beso en la mejilla. Solté un soplido y deje salir un respiro cuando me percaté que era él.

—Hola. Justo estaba por ir a la-

—No tengo tiempo para hablar, amor —dijo mientras se paraba en frente de mí, haciendo que me detuviera—. Voy tarde para clase.

—Oh, está bien, pues es mejor que vayas entonces —dije con una sonrisa. Verlo en campus era la mejor parte de mi día, honestamente.

—Síp, te amo —dijo rápidamente y me dio un pico en los labios antes de separarse, sonriendo y trotando hacia la dirección opuesta. Mi corazón todavía estaba latiendo fuerte por el encuentro mientras continuaba con mi viaje a la biblioteca.

Entré en uno de los edificios para tomar un atajo. Era el bloque de ciencias. No pertenecía en lo más mínimo aquí y podías verlo desde lejos. Me veía como una estrella de rock que acababa de levantarse con una resaca, mientras que todos los demás esparcidos por los pasillos parecían como si estuvieran serios sobre la vida. Seguí pasando de largo a esas personas con las que quienes probablemente no tenía nada en común, pero luego me detuve cuando algo atrapó mi mirada.

Hush, Hush (Kellic) [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora