ΩCapítulo 21Ω👀

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Luego de aquellas 2 historias conmovedoras, le siguieron muchas otras igual de conmovedoras, pero estas de amigos, parientes y gente sufriente que perdió seres amados en manos de un par de Alfas descontrolados.

Uno tras otro se sucedieron los relatos de omegas exigiendo la sangre y el sufrimiento de quien dañara a alguno de sus cachorros. Alfas fúricos reclamando justicia.

Lo más difícil fue oír cachorros aullando la pérdida de su padre, y ver como sus instintos solo buscaban saciar la sed de venganza. Sed que jamás podría ser saciada eficientemente porque los autores de aquellos crímenes estaban "enfermos"

El juicio se volvió particularmente duro el día 12 en que fueron expuestos los videos sin ningún tipo de censura ante la atenta mirada de todos en el auditorio, cada persona presente pudo ver y casi que sentir, el poderío que se desató esa tarde, los jueces se horrorizaron ante tal falta de culpa, una cosa era oírlo y otra, mucho más perturbador fue verlo.

Esteban era lo más parecido a un monstruo sacado de las más horripilantes pesadillas de cualquier ser humano, y cuando se le une Alexis, aquello parecía la escena de algún tipo de castigo sádico e infernal destinado a los peores seres vivientes de nuestro planeta. No existía rastro de misericordia o piedad. Lo más parecido a ello fue un manotazo de revés que Esteban dió a Remi, que la elevó sobre 3 alfas y la expulsó por la puerta de la habitación cual muñeca de trapo, su alfa se debatió entre atacar a Esteban o ir a auxiliar a su omega y esta última opción venció y abandonó la habitación. Lo que seguramente le salvó la vida.

Pero a excepción de ese único gesto, el resto fue crueldad pura y dura. Esteban inició la matanza atacando al alfa que traía un maletín, a este le mordió el cuello una, dos, tres,  cuatro veces, hasta desprender su cabeza. Todos en la habitación se quedaron espantados, inmóviles, un grave error. Lo siguiente ocurrió a una velocidad apabullante, arrancaba miembros incapacitando a sus oponentes, sin llegar a matarlos, los veía, literalmente, desangrarse hasta morir. Alexis rápidamente se situó a su espalda para cubrir su punto ciego y en esta posición se desató la masacre más inclemente de las últimas  décadas. Herían a uno, herían a otro, parecían no notar las heridas que recibían en el fragor de la lucha. Aunque se evidenciaba un salvajismo más cruento de parte de ellos frente a quienes herían a su pareja y cuando solo quedaban heridos agonizantes y ya no existía "peligro" Alexis comenzó a arrancar dientes, colas, orejas y garras, con ello formó un pequeño "altar" como si quisiera ofrecerlos a Esteban como tributo o adoración. Aquella escena fue de lo más escalofriante, arrancaba los trozos de los agonizantes alfas y betas y los presentaba con devoción a su Alfa, Esteban lo besó por cada "regalo" obtenido y entre la sangre, la muerte y el horror, se besaban con lujuria y pasión, como si aquella masacre además les excitase. Se comenzaron a lamer sus mutuas heridas y luego se veía como llegaba un escuadrón de contención y los reducía. 

Nadie en el tribunal pudo evitar horrorizarse con aquellas brutales imágenes.  Todos tenían absoluta certeza de la deliberada e innecesaria crueldad. Todos se sintieron asqueados, horrorizados y atemorizados. Los jueces pidieron un receso, porque aquello fue demasiado y el aroma a miedo se sentía impregnado en el auditorio. Todos se sintieron repugnados con aquella inhumana masacre, todos excepto sus protagonistas, Alexis y Esteban solo sintieron algo muy parecido a la satisfacción. Esteban se sentía protegido, amado, valorado, seguro y parte de algo. Todos esos sentimientos le eran nuevos y gratificantes, le hacían sentir muy bien. Y en cuanto a Alexis, él se sentía profundamente orgulloso de lo poderosísimo que se veían juntos, de aquella imagen de victoria, pero en ninguno de ellos, asomó en ningún momento algo parecido a la culpa o siquiera un remordimiento. Es más, ambos sabían que volverían a unir fuerzas para acabar con quienes sea que se atrevieran a enfrentarlos, porque se sentían imparables, poderosos, vencedores, se sentían en la cima del poder Alfa.

Tierno AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora