ΩCapítulo 23Ω

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Luego de la excelente noticia, fuimos nuevamente conducidos al tribunal.

Se esperaba que yo iniciara mis declaraciones. Me sentía muy ansioso, pero compensaba mi ansiedad con la felicidad que sentía mi Alexis al saberse tío.

El sentarme frente a todas aquellas caras hostiles me hacía sentir un hormigueo constante en la nuca, pero mi Alfa se ocupaba de tranquilizarme. 

Inmediatamente me tomaron juramento, me sentí extrañamente perturbado por aquel juramento, porque yo ya tenía  más de 3700 hijos. ¿Cómo se supone que si miento desaparecía mi descendencia? Es decir, mis cachorritos más grandes ya rondarán los 15 años. Pero dejé aquellas cavilaciones vacías al oír el dulce llamado de mi Alfa: -Mi amor, estamos juntos en esto. Concéntrate-

Con esta simple invitación centré toda mi atención en él ahora.

La abogada Tapia inició su interrogatorio preguntando por mi infancia. Osea, ¿que mierda tiene que ver mi infancia? Ale me calmó y me ayudó a organizar mis memorias.

Cuando mi boca se abrió y de ella brotó aquella verdad callada durante más de 20 años, una nostalgia abrumadora inundó no solo mi corazón, sino que se derramó como una bruma pesada en mi aroma y con ello en todo el salón.

-Cuando tenía 4 o 5 años mis padres murieron. Desde entonces he estado solo en el orfanato central de la capital, de allí surgían un sin número de especialistas, en diversas áreas tanto militares como civiles. A mí me iniciaron en el área de inteligencia y espionaje, pero a los 8 años luego del primer análisis de genes, ya me apartaron de mi escuadrón, me cambiaron a planeación administrativa, por la posibilidad de poseer el gen de polifertilidad. A los 13 cuando el gen Alfa se declaró los resultados fueron algo más dudosos, sin embargo, en los análisis de los 16 años  quedó confirmado. Eso me aisló de mi grupo. Me tomaban muestras de semen semanalmente, experimentaban buscando lograr la antigua inseminación artificial. Pero no lo consiguieron que yo me haya enterado. Me enseñaron como controlar mis instintos frente a los celos al menos durante esos dos años, me vi obligado a hacer dietas, me daban unos supresores especiales, me tomaron miles de muestras de mis glándulas feromonas, solo fui un objeto de investigación. Cuando por fin cumplí los 18 quisieron declararme "propiedad nacional" o algo así, por suerte el quinteto no lo permitió. Sin embargo se iniciaron las negociaciones para poner en marcha el plan de fertilidad. El cual he sostenido hasta que me encontré con mi Alfa-

Toda la gente del salón estaba estática, muchísimos aplastados por el sentimiento de tristeza que se derramaba de mí, muchos otros impactados por mi niñez estéril de amor.

No sé qué esperaba la abogada que yo le contara pero parecía realmente confundida con mi relato.

-Señor Ramírez, así que usted no conoció a sus padres. ¿pero sus abuelos? ¿Qué ocurrió con ellos lo sabe?-

-Lo siento mucho abogada, no tengo la menor idea, cuando ocurrió el accidente que mató a mis padres, se supone se inició la búsqueda de mis parientes.

Por lo que pude leer de aquella investigación, mi madre era originaria de la Manada Sirianglí, del antiguo continente llamado Asia, y aparentemente no encontraron parientes suyos, mi padre era originario de la Manada del Norte, supuestamente era hijo de una familia importante allí, pero lo expulsaron por emparejar con mi madre. Por lo que su sangre no conducía a nadie al haber renegado de él.

Por lo que la Gran Manada se hizo responsable de mí desde entonces. Nunca supe porqué mis padres se trasladaron hasta la Gran Manada. ¿Buscando tranquilidad? ¿Mejores oportunidades? ¿Estarían solo de vacaciones aquí y su accidente sería solo producto de la mala suerte? ¿Habrían tenido amigos en la Manada? Son todas preguntas que me han perseguido por años y que no podré responder jamás-

Tierno AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora