ΩCapítulo 22Ω

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Las dos semanas de receso, no fueron tan terribles como me imaginé,  si bien los primeros 2 o 3 días estuve muy ansioso, Alexis se encargó luego y de modo demasiado eficiente de hacerme olvidar aquello. Una vez que dejé de preocuparme excesivamente por el futuro, pude disfrutar del presente.

En el centro de salud, teníamos nuestra propia habitación,  recibimos tratamiento psiquiátrico 3 horas diarias, nos traían alimentos cada 4 horas y nos dejaban el resto del tiempo libre. Nos daban libros si los pedíamos, música que Ale pidió muy especialmente,  luego de poco más de una semana le trajeron a Ale una guitarra, y debo reconocer que me encantó ver como con sus grandísimas manos lograba producir melodías tan hermosas y gentiles.

Nos dieron hojas blancas y rayadas, lápices y nos dejaron escribir cartas para nuestras familias, e hicimos algunas listas y otros ejercicios que nos pidió el psiquiatra.

Estuve tranquilo y feliz. Tenía a mi Alexis cada noche entre mis sábanas, mis brazos y mis piernas. Su aroma y el mío están ligados de un modo casi mágico y amé eso. Hacíamos todo juntos. En esas dos semanas aprendí más sobre nuestro lazo y la única conexión que poseíamos. Alexis es una de las personas más honestas que he conocido y aún me sorprende aquello, yo no soy para nada así. 

La noche previa al reinicio del juicio Alexis que sentía mi miedo y lo sufría conmigo me regaló una noche cargada de pasión. Sabe mejor que nadie que lo único capaz de alejar mi mente de lo que sea que me angustie o moleste es él. Él sin ropa tocando mi cuerpo sin tapujos, él sin ropa gimiendo mi nombre, él sin ropa mordiéndome, él sin ropa sudando por el ejercicio. Y así lo hizo, tan acertado. Pude dormir y casi quedarme dormido. ¡Lo amo!

Al iniciarse el juicio lo primero que ocurre es que la idiota de la nueva oradora de la querella mete las patas hasta el cuello.

Insinúa, la muy idiota, que Remi declarará a mi favor por conseguir un cachorrito. ¿es en serio? Osea, que ni se molestó en averiguar quién es ella. 

Eso provocó que la Jueza López apestara la sala con su aroma a café muy picoso por su molestia y le amenazó con removerla del puesto.

De ahí en adelante el interrogatorio fue tranquilo.

Remi tiene una mente ágil y sorteó sin ninguna dificultad las "trampitas" que la abogado le tendió. Estupideces para ser honestos.

Cuando le interrogó Hakiyamma bueno, eso fue increíble.  Las preguntas eran más abiertas y daba pié a Remi a detallar más a explayarse en explicaciones. Remi tiene esa suave voz omega que resulta convincente y tranquilizante. Cuando hablo de lo absolutamente increíble que le pareció que yo pasara mi celo en compañía o como no podía creer que saliese marcado del cuarto o como le era más simple suponer que ella tenía algún tipo de alucinación que creer lo que sus ojos veían por lo absolutamente estructurado y correcto que soy. ¡Wow! Todos en el tribunal, sí incluso yo, estábamos sumergidos en sus dichos, no había fisuras en su relato, era compacto y tenía tanta profundidad y dimensión que se convirtió en la realidad en muchas mentes. Que por cierto lo era, pero luego de más de 7 u 8 meses de campaña en redes y televisión pintándome como un maldito cerdo ninfomaníaco inescrupuloso y cruel, pues, es difícil borrar aquella imagen. Sin embargo Remi lo logró.  Pudo responder eficazmente, sin dudas o titubeos todas y cada una de las millones de preguntas que le lanzaron, tanto la defensa como la querella. Fue el testimonio más extenso del juicio, todo el día. Sí, declaró toda la jornada.

Luego de otras 8 jornadas fue el turno de Alexis de subir al estrado. Nosotros seríamos los últimos en declarar. 

Esa mañana llegamos a nuestros sitios, luego de la apertura y eso, fue llamado a tomar asiento. Una vez ahí se le hizo prestar juramento y se enfrentó al tribunal y la imagen desde ese punto era muy distinta. El salón está repleto de personas. A su inmediato costado derecho está un escritorio grande, antiguo y lujoso, con los 3 jueces en sus bancos, la jueza al centro, con un pequeño micrófono de pie sobre la mesa. A su lado izquierdo, separado por unos 5 pasos, se encuentra el jurado, un grupo de personas en lo que parece un corral, sentadas en sillas individuales, con cuadernos, lapiceras y vasos. Personas de todo tipo sin aparentemente nada en común. 

Tierno AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora