ΩCapítulo 2Ω

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A las 15:30 revisé nuevamente mis llaves de la luz, el gas y el agua. Revisé las puertas de los balcones y el patio interno, una vez que comprobé que estaba  todo asegurado tomé mi pequeño bolso, mis llaves y salí.

Aseguré la puerta del frente y me marché.
Mi coche esta en la parte más  lejana de la playa de estacionamiento, porque creo que caminar es bueno. Le dejé dicho al portero que nadie vendrá en 4 días y que por ningún motivo permita a alguien subir a mi piso, le pedí que anule mi piso del elevador y me fui.

A las 16 en punto llegue a mi "Centro de Fertilidad" así nombre a mi clínica de fecundación.
Remi me recibió y me informó que ya venían en camino "el paciente" y la caravana de seguridad, que aunque tenía un poco elevada la temperatura y ya olía bastante más dulce, su celo aún no se declaraba, que estaban bien en tiempo y el tráfico no estaba congestionado.

-¡Excelente Remi! ¡Buen trabajo!- Dije a mi secretaria

-heeee ¿señor Ramírez? Tengo, tengo una novedad...- Dijo Remi con miedo en su voz, como si algo no estuviese del todo en orden.

-¿Qué ocurre Remi?¿Algún retraso del laboratorio?— Pregunté algo preocupado

-No, señor, eso está en orden y todo listo en el consultorio 1. Es otra cosa, la Ω no viene sola, viene acompañada de un Alfa!- Dijo claramente contrariada

Porque claro, a quien rayos se le ocurre traer a otro alfa al encuentro <<Preñatorio>>. Un Ω en celo despierta los instintos más básicos y primitivos de los Alfas. Al sentir el aroma solo quieren penetrar, anudar y marcar... ¿Quién en su sano juicio trae un rival?

-¿Qué dices Remi? ¿Un Alfa? ¿Qué? ¿Su esposo? Esto es absurdo, habrá una lucha en la que obviamente yo perderé,  ¿estás segura?- Pregunté absolutamente confundido y, lo admito, también asustado.

-No señor, otro. No sé quién es, pero me avisó Trebor, el jefe de nuestra seguridad.- Me respondió contrariada Remi.

-Bien Remi, ya veremos cuando lleguen, si hay algún inconveniente simplemente me marcharé,  no pienso arriesgarme por nadie.- Lo dije firmemente, aunque el temor quería atraparme.

-Por supuesto señor- Remi apoyó mi decisión.

A las 16:40 llegó el 1° coche señuelo de la caravana de traslado, la misma está compuesta por 5 vehículos, dos de seguridad, dos coches "señuelo" o distractores y uno con el paciente, esto debido a que muchos de los pacientes son personas importantes y la mayoría viajan a punto de su celo y en este estado son más débiles y jodidamente tentadores.
A las 16:46 llegan los 3 coches centrales con minutos de diferencia y a las 17 llegó el último vehículo,  tal como estaba planeado. Por protocolo de seguridad nadie baja hasta que se encuentran todos los coches en el estacionamiento y baja una escolta armada a recibirlos, yo estoy atento a  todo observando desde el ventanal de mi oficina, cuando de repente LO VI...

Un hombre de piel clara y suave, con labios que parecen suplicarme que los bese, los ojos más maravillosos que he visto en mi vida, algo achinaditos, de color chocolate con un peculiar brillo, como si hubiese fuego detrás en ellos, sus mejillas finas, su cabello castaño rapado en los costados y más largo en la parte superior, cae dramáticamente sobre su frente como llamándome a acomodarlo tras su oreja, tiene los brazos más  sexys que vi o toqué en mi vida, se ven fibrosos y casi puedo oírlos llamándome, su abdomen se ve simplemente perfecto y dios no pude detener a mis ojos de escrutar descaradamente su entrepierna que casi !no se ve! estoy odiando esta puta distancia por negarme la posibilidad de apreciar el paquete del extraño y es que pareciera como si esa entrepierna me llamase, sus piernas se ven malditamente largas, y no puedo detener a mi mente de imaginarlas rodeando mi cintura y noooooo, mierda ¡estoy tan duro! No creo haberme sentido así ni en mis celos. ¿qué me está pasando?
Y cuando creo que ya nada puede ser peor el desconocido alza su mirada, atraviesa el cristal y taladra mis ojos con los suyos y como si fuese un magneto que tira de mí no puedo quitarle los ojos de encima, solo quiero atravesar el maldito cristal y frotarme sobre el desconocido y suplicarle que me tome.
~Espera ¿QUÉ?~ ¡No, no, no y no!

Tierno AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora