Capítulo 6

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⁙ 5 AÑOS DESPUÉS ⁙

-Papá por favor hoy no quiero – pedía Horacio con la mirada baja y el cuerpo temblando en la orilla de su habitación la cual solo contaba con una cama individual, una pequeña mesa que, hacía función de escritorio, una vieja silla, una pequeña cómoda donde guardaba la escasa ropa con la que contaba y una lámpara de mesa que brindaba una tenue luz al cuarto.

-Shhh... tranquilo Horacio – decía Toro mientras preparaba la aguja con alguna droga nueva que habían creado sus aliados – solo será un poco hijo – aseguró dándole unos golpecitos a la parte inferior del instrumento y dirigiendo la vista hacia el menor de tan sólo 10 años – anda recuéstate que necesitamos probar la nueva droga – ordenó el hombre caminando hacia la cama que se encontraba en la habitación esperando que el joven le hiciera caso.

- por favor, papá – volvió a pedir el menor – no me gusta cuando me inyectas cosas – confesó Horacio mirando a aquel hombre – me da mucho frío y me hace sentir mal – reconoció esperando que su padre no le obligará a volver a meterse otra droga en su cuerpo.

- Horacio – llamó el mayor – no lo repetiré otra vez – su voz comenzó a agravarse causándole escalofríos al chico – si no es por las buenas será por las malas – aseguró dirigiendo su vista al menor – y tú sabes que no terminará bien si haces que te obligue – recordó Toro trayéndole recuerdos a Horacio de una ocasión en la que se negó a seguir probando una droga y su padre lo golpeo hasta que casi quedó inconsciente para después amarrarlo a la cama e inyectarle una cantidad excesiva del producto, tanto que Nadando tuvo que llevar a un médico evitando así una sobredosis.

Resignado Horacio caminó hasta la cama recostándose en ella y acercando su brazo a su padre, sintiendo al instante como la liga apretaba la extremidad de su cuerpo y cerrando fuertemente sus ojos al notar como la aguja se acercaba cada vez más, soltando un pequeño quejido cuando el objeto puntiagudo atravesó su piel.

Inmediatamente sintió arder su interior a la vez que el líquido avanzaba por su organismo, soltando quejidos y removiéndose en la cama provocando que se alteraran sus sentidos y su corazón comenzará a latir velozmente durante unos segundos hasta que de repente sus latidos comenzaron a disminuir y comenzó a sentir demasiada tranquilidad deteniendo los movimientos de su cuerpo y permaneciendo quieto boca arriba en la cama, su visión se opacó y sus oídos se cerraron pero su sentido del tacto se agudizó sintiendo claramente como su padre tomaba su mano y la elevaba para después soltarla y esta cayera en seco a su lado.

Al tratar de moverse su cuerpo no reaccionó a sus órdenes y sintió como la liga que apretaba en su brazo fue quitada del sitio al mismo tiempo que gotas de agua salada salían de sus lagrimales y mojaban sus mejillas por lo indefenso que se sentía ante lo que ocurría a su alrededor, incapaz de poder defenderse.

~~~

Después de permanecer alrededor de 5 minutos escondidos en el baño del instituto Gustabo salió lentamente observando a todas direcciones que estuviera despejado para poder salir del lugar, con un movimiento de mano le avisó a su compañero de travesuras, Emilio, que podía salir él también.

Caminando lo más rápido que pudo sin hacer demasiado ruido con sus pisadas se dirigió a la parte trasera de la cancha de tenis, aquel sitio donde la barda era más pequeña y que con ayuda de su compañero podían saltar sin demasiada dificultad.

Emilio lo seguía de cerca, deteniéndose de vez en cuando escondiéndose entre pasillos cuando algún profesor o alumno se encontraba rondando por donde ellos debían pasar, logrando llegar a las canchas sin demasiados contratiempos.

-Vamos perro ayúdame – pidió el rubio para enseguida ver al mexicano colocar sus manos entrelazadas para que él pudiera subir su pie en ellas y de esta forma impulsarse hacia arriba con el objetivo de alcanzar el borde de la barda, lo cual logró sin mucho esfuerzo sentándose arriba de ella y ofreciéndole su mano a su compañero para que logrará escalar con su peso de soporte.

SERENDIPIA || VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora