" -Yo... No puedo escucharte. "
La vida de Mitsuba era miserable, de un día a otro no podía escuchar El trinar de los pájaros. Pero las cosas cambiarían cuando una " luz " llegará a su vida.
• Deaf ! Mitsuba au
• Au dónde todxs están vivos y viven e...
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La primera reacción del pelirrosa al entender eso fue sorpresa, nunca esperó una propuesta así, sin embargo, era más que obvio que Soūsuke aceptaría, y con honor.
Mientras Kou cocinaba, Akane le trataba de enseñar las cosas básicas, cómo su nombre, por supuesto. Era complicado, cada sílaba era un gesto diferente, comenzó a pensar que si encontraba eso difícil, ni siquiera quería pensar en todas las demás palabras. Suspiró.
Luego de comer con los hijos de los Minamoto, Mitsuba planeaba irse a su casa, solo para encontrarse a su madre fuera del umbral de la casa, estacionada. ¿Desde cuándo estaba ahí?
Sacudió su mano, para que la mayor se diera cuenta de su presencia. Cuando la esta se dió cuenta, el chico se subió al vehículo, ya sentado en este, su madre le miró comprensiva.
-" Así qué~, ¿Cómo te fue con el chico? "-Preguntó, haciendo que el contrario se sonrojara, se formó un silencio, el cuál Mitsuba decidió romper.
-¡MAMÁ, ESO SONÓ TERRIBLE! -Se alteró, mientras miraba hacia abajo. Sentía como le salía humo por las orejas.
-¡¿Terrible?! ¿A qué te refieres?, ¡Yo creo que sonó bien!
-¡No, mamá! Sonó como... Cómo... -Le daba aún más pudor decirlo-. c-cómo si hubiera en una cita con Kou, como si me gustará. -Tosió con vergüenza, su madre le miró sorprendido.
-...B-Bueno Soū, no sabía que tenías esa clase de gustos, pero de ser así-
-¡Qué! ¡No! ¡No me gustan los chicos!
-Solo digo que no tendría nada de malo, digo, si lo fueras...
-¡P-pero no lo soy! ¡Así que no hay problema! ¡Ja! ¡Ja ja ja! -Rió falsamente, con nerviosismo, su madre le miraba con una mirada honesta-. ¡NO ME MIRES ASÍ! -Refunfuñó, genial, ahora estaba más avergonzado-. S-solo vámonos, ¿Sí?
Su madre rió, suponiendo que todo había ido bien al final del día, su hijo se veía mejor. Mientras iban a casa, para dejar la situación pasada de lado el sordo decidió practicar lo aprendido en la casa del rubio ese día, haciendo que su madre quedará confundida.
-Mitsu... Mitsuba. -Señalaba para si mismo, su madre no entendía ni Zeta.
-¿Cariño? -Tocó su hombro, haciendo que el chico levantara su vista, teniendo su atención-. ¿Que estás haciendo?
El menor suspiró, había tomado una decisión luego de que en esa tarde se hubiera sentido ignorante hacia su propia condición.
-Mamá, quiero aprender lenguaje de señas. -Se expresó con una voz firme, sin titubear, su madre reaccionó con sorpresa, mas sin problemas. Asumió que ella también debería de aprender. La espera mientras escribía fue la más temida por el menor.
-" Oh, está bien, ¿Debo inscribirte a algúna clase de curso? " -Suspiró de alivio, el fotógrafo lo pensó, las clases conllevaban dinero, y digamos que los bienes no eran algo que les sobrara, ¿Que debería hacer?
