Ah, el festival del invierno.
Simplemente tenía un aura tan especial, hasta navideña, en cierto sentido, después de todo, solo faltaban 10 días para cierta festividad.
El festival del invierno siempre le había gustado, desde pequeño recordaba ir con su padre, cuando aún estaba con ellos, era uno de los días más felices del año, comía dulces, veía los fuegos, fotografiaba, para luego irse a su casa en compañía de su familia, dónde verían una película y se iría a dormir, esperando al próximo día venir con ansias. Aún cuando su padre ya había fallecido, lamentablemente, era una tradición que trataba de conservar con su madre, para más que nada, tener al mayor presente en sus vidas, en una forma de rememorarlo.
Por eso mismo, cuando Mitsuba le contó de sus planes a su madre ese año, la mujer actuó sorprendida. Claro, estaba feliz, cosas como esas le hacía darse cuenta de que la vida social de su hijo había cambiado para mejor, y eso le conmovía en demasía, podía ver cuánto había avanzado, estaba tan orgullosa de él.
—¿Estás seguro de que llevas todo, no necesitas más dinero? —Preguntaba está, mientras su hijo se alistaba para irse.
—Esta bien mamá, de verdad, tengo que irme, Kou me estará esperando. —Se apresuraba, mientras se dirigía a ponerse los zapatos—. Listo… ¡Ya me voy, ma–! ¿Mamá?
La mencionada había desaparecido, la buscó en sus alrededores, sin encontrarla. Suspiró, a punto de irse, hasta que la vio llegando desde el ático, con una blanca bufanda, muy parecida a la de el. Al reconocerla, sintió como sus ojos se aguaban, no podía ser.
—Soū, hijo. —Llegó hasta el, colocándole la prenda—. Creo que es adecuado que te pongas esto hoy.
—Pero… esto. —Simplememente no podía ejecutar seña alguna, conmocionado, soltó una lágrima. Su madre sonrió al ver que lo recordaba—. … Eesta es la bufanda de papá.
—Y a el le hubiera encantado que la llevaras contigo, a–así que llévala con orgullo, ¿Sí?
Con lágrimas en los ojos, asintió, abrazando a su progenitora, quien también lloraba. Su padre había muerto cuando Mitsuba tenía 5 años, debido a una enfermedad terminal, recordando detalles específicos solamente, pero especiales para el, cómo cuando se cayó su primer diente, o su primera navidad, tenían unas pocas grabaciones que veían de vez en cuando, videos que lo ayudaban a mantener la imagen de su padre viva. Y aunque haya muerto por tales causas, el menor no lo recordaba como una persona enferma, quizá para mejor.
La madre limpió sus lágrimas, a lo que un sonido resonó por la casa, aclarando la llegada de Minamoto al complejo de apartamentos. Después de un último abrazo por parte de su madre, Soūsuke prosiguió a abrirle la puerta a su amor, sin saber todo lo que iba a conllevar la salida de aquel día. Kou lo miraba radiante con sus mejillas encendidas, cosas que luego justificaría al frío que hacía.
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" Luz. " - Mitsukou ♡
أدب الهواة" -Yo... No puedo escucharte. " La vida de Mitsuba era miserable, de un día a otro no podía escuchar El trinar de los pájaros. Pero las cosas cambiarían cuando una " luz " llegará a su vida. • Deaf ! Mitsuba au • Au dónde todxs están vivos y viven e...